Emblemático. El Museo Nacional de Río de Janeiro, una visita obligada de varios turistas. La llamas se llevaron casi todo, por causas que todavía se desconocen.

Los bomberos consiguieron sofocar ayer el incendio de grandes proporciones que destruyó el Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo de Brasil y que alberga unos 20 millones de piezas que datan de diferentes periodos.

Las llamas, que comenzaron la tarde del domingo, consumieron una parte de la historia de Brasil y uno de los acervos más importantes de Latinoamérica, que contaba con el esqueleto de "la primera americana", animales disecados, momias y decenas de huesos de dinosaurios.

Después de seis horas de intenso trabajo, los bomberos consiguieron controlar el fuego la madrugada de ayer y trabajan para refrigerar el inmueble, ya que aún persisten algunos pequeños focos de incendio en el interior del histórico edificio creado por el rey Juan VI de Portugal el 6 de junio de 1818.

Las llamas devoraron durante seis horas casi la totalidad del Museo Nacional, uno de los más vetustos de Brasil con unos 200 años de antigüedad, por causas aún desconocidas y entre críticas de sus responsables por la falta de recursos del Gobierno del presidente Michel Temer para mantener su patrimonio. No obstante, según la información ofrecida por el propio museo, no hubo heridos ya que todos ellos lograron salir a tiempo.

El exdirector del Museo Nacional de Río de Janeiro, José Perez Pombal, que se encontraba en el lugar del suceso, envió un audio en el que afirmó, nada más registrarse el mismo, que "no va a permanecer nada". "No va a quedar nada. Las llamas están altísimas y el fuego está por todos lados. El palacio se va a quemar todo y también las colecciones, las momias, todo", dijo. "Se acabó. No sé si la institución va a seguir existiendo después de eso", remató.

El vicedirector de la institución, Luis Fernando Duarte, denunció que la "falta de apoyo y la falta de conciencia" del poder público llevó a esa "trágica situación".