Francia y México están enfrascados en una disputa diplomática por el caso de una francesa que cumple una sentencia de 60 años de prisión en una cárcel del país latinoamericano por cargos de secuestro y otros delitos que ella niega.

Florence Cassez, de 36 años y quien recién cumplió cinco años de su condena, fue arrestada en el 2005 con su novio mexicano en una dramática redada policial en un rancho mexicano donde tres personas, incluyendo una niña pequeña, eran mantenidas como rehenes.

El rechazo de un tribunal mexicano a su apelación ha convertido por estos días a este caso en una disputa diplomática, sobre todo desde que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijera estar dispuesto a llegar al fin del asunto. El Gobierno francés quiere que la mujer cumpla el resto de su condena en su país para que, entre otros puntos, su familia pueda visitarla. Pero México dice que debe cumplir su castigo en el territorio donde cometió el delito.

"Estoy decidido a resolver el serio problema humanitario de Florence Cassez", dijo Sarkozy a periodistas la semana pasada.

México, que es azotado por la violencia del narcotráfico y el crimen organizado e impone duras penas a los secuestradores, ha reiterado que no tiene planes de enviar a Cassez a su país y sostiene que la mujer fue declarada culpable por el poder judicial autónomo y que su expediente es cosa juzgada.

La decisión de una corte mexicana de rechazar su apelación enfureció a París. La ministra de Relaciones Exteriores, Michele Alliot-Marie, dijo que constituía una "negación de justicia" y que dañaría las relaciones entre ambos países.

Cassez, cuyo caso fue abordado por Sarkozy en un viaje a México en el 2009, asegura que no sabía que su novio, Israel Vallarta, tenía rehenes en la casa donde ambos vivían.

Personas que fueron secuestradas por la banda de delincuentes "Los Zodiaco", que fue vinculada con Cassez, han dicho que reconocen la voz de la francesa durante su cautiverio y pidieron todo el peso de la ley sobre ella.

Uno de los argumentos de los abogados de Cassez fue que una de las víctimas al principio no la reconoció, pero en una posterior declaración tras ser "aleccionada", según la defensa, identificó la voz de la francesa como la de su plagiaria.

Sarkozy dijo que Francia seguiría adelante con el "Año de México", un evento cultural programado para el 2011, luego de que algunos reclamaran su cancelación, y señaló que se lo dedicaría a Cassez.

Pero los comentarios de Sarkozy desataron una airada reacción de la cancillería mexicana, que el martes pasado anunció su retiro del evento, que incluye exposiciones como del destacado muralista Diego Rivera o de la cultura maya, y acusó a Francia de usarlo como una herramienta política.

"Lamentamos profundamente que se pretenda vincular un caso que para nosotros es del orden estrictamente penal con un tema como era el Año de México en Francia, que era un programa muy ambicioso de carácter bilateral", dijo la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, Lourdes Aranda.

El festival, auspiciado por influyentes empresas de ambos países como Safran, Lafarge, Cemex y Sanofi-Aventis, iba a incluir alrededor de 200 eventos culturales, educativos y económicos durante todo el año en varios lugares de Francia.

En tanto, el escritor mexicano Carlos Fuentes dijo el martes que Sarkozy estaba convirtiendo el caso en un asunto de Estado para mejorar su posición en las encuestas. "El presidente Sarkozy (...) ha convertido esto como un asunto de Estado nacional porque su prestigio anda muy bajo, porque las encuestas demuestran que tiene una aprobación muy reducida y esto le permite engrandecerse ante el público, aparecer como el defensor de la patria", dijo Fuentes en una entrevista con una emisora de radio mexicana.