Brasil registró 353 casos confirmados de fiebre amarilla en los últimos siete meses, de los cuales 98 resultaron en fallecimientos, lo que supone una reducción del 38,3 % con respecto al mismo periodo del año anterior, informó ayer el Gobierno. Entre el 1 de julio de 2017 y el 6 de febrero de este año, el número de muertes por la enfermedad llegó a las 98 frente a las 81 notificadas en el anterior boletín divulgado la semana pasada por el Ministerio de Salud brasileño. Los casos confirmados de contagio por fiebre amarilla también saltaron en la última semana 65,7 %, al pasar de los 213 a los 353 registrados hasta el martes. Todos los casos son del tipo silvestre, transmitida por mosquitos de las zonas boscosas.