El sueño de la NASA de volver a la Luna comienza a hacerse realidad desde hoy cuando cohete Atlas V, que transporta dos nuevos artefactos de la agencia espacial estadounidense alcance su primero objetivo: ingresar en una órbita elíptica para comenzar en dos meses a cartografiar al satélite durante un año.
La clave de esta nueva misión lunar de la NASA, esta vez no tripulada, tiene como objetivo principal estudiar las condiciones para un futuro asentamiento humano en el satélite.
Según los planes de la agencia espacial, poco antes de las 07:00 hora argentina la sonda entrará en una órbita elíptica y en unos dos meses comenzará a cartografiar la Luna a una distancia inédita de sólo 50 Km.
El "Orbitador de Reconocimiento Lunar" (LRO, según sus siglas en inglés) fue lanzado al espacio el jueves pasado junto a su satélite, el "Satélite Sensor y de Observación de Cráteres Lunares" (LCROSS), a bordo de un cohete Atlas.
Según la NASA, LCROSS pasará hoy junto a la Luna y luego -unido a la parte superior del cohete portador- ingresará en una órbita terrestre alargada.
En octubre se dividirá en dos partes para estrellarse luego en un cráter del polo siempre oscuro.
De esta forma se quiere descubrir si en las frías cráteres sin luz de las regiones polares de la Luna hay hielo con una precisión sin precedentes.
Además, se espera obtener mediciones precisas de temperaturas del suelo y de las radiaciones cósmicas.
"Esta misión robótica nos dará las informaciones necesarias para tomar las mejores decisiones en cuanto a la futura presencia humana sobre la Luna", explicó Todd May, director asociado de la NASA para la ciencia, observando que la agencia tiene más informaciones sobre Marte que sobre la Luna.
Pero se trata de una misión kamikaze. LCROSS se mantendrá acoplada durante su periplo de 3 meses hacia la Luna a un sector del cohete Atlas V denominado Centauro, del que separará antes de que éste se estrelle en un cráter lunar a 9.000 km/h.
LCROSS sufrirá la misma suerte cuatro minutos después, el tiempo necesario para que sus instrumentos capten y analicen las partículas en la humareda de 350 toneladas de materiales producto del choque, antes de transmitir los resultados a la Tierra. Será entonces posible determinar si hay agua en el cráter.
La última vez que los estadounidenses pisaron la superficie lunar fue el 14 de diciembre de 1972. Hace cinco años, el ex presidente George W. Bush anunció su plan de volver a poner un astronauta allí en 2020, y la NASA empezó a construir una especie de "puesto" en los polos lunares.
Pero EEUU tiene nuevos competidores. China también quiere explorar el satélite y aterrizar con astronautas para la misma fecha. E India está esperando dar la sorpresa.
