Un enfrentamiento entre la policía y manifestantes se registró ayer en la puerta del Congreso chileno, donde el presidente Sebastián Piñera formuló su primera rendición de cuentas públicas a 70 días de asumir el cargo.

En su intervención de casi dos horas en el Congreso ubicado en la ciudad portuaria de Valparaíso, Piñera descartó una carrera armamentista de su país, aclarando que Chile está lejos de pretensiones expansionistas en la región. El mandatario abogó por avanzar con los países vecinos en la homologación de gastos en Defensa. En la actualidad, Chile sólo mantiene un programa de homologación con Argentina.

Mientras Piñera emitía su discurso ante el pleno del Congreso chileno en Valparaíso, un dirigente sindical desplegó un cartel y gritó "¡Salud Pública para todos!" desde la tribuna, por lo que fue desalojado. Además, en las afueras del Congreso se desataron disturbios entre trabajadores y estudiantes contra la policía, que empleó chorros de agua, gases y fuerzas antimotines para disolverlos.

Tres personas fueron detenidas y un joven de 17 años resultó herido durante los enfrentamientos de manifestantes de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales en las afueras del Congreso. Los trabajadores querían expresar su rechazo a los despidos en la administración pública, tras el cambio de gobierno. Los manifestantes, que reclamaban mejoras educacionales y laborales, intentaron traspasar algunas barreras en las cercanías del Congreso, por lo que se enfrentaron con la policía.

Entre los puntos más destacados de su discurso, Piñera anunció un proyecto para eliminar el aporte del 7 por ciento que pagan los jubilados para financiar la salud pública. También prometió un crecimiento económico del 6 por ciento anual para la creación de 200.000 empleos por año, además de impulsar medidas para luchar contra la delincuencia y el narcotráfico.

El mandatario anunció la implementación de un ingreso ético familiar de 470 dólares para familias de al menos de cinco personas en extrema pobreza.

Antes de detallar el plan de reconstrucción por 8.400 millones de dólares denominado "Levantemos Chile", Piñera pidió un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto del pasado 27 de febrero, que dejó 521 muertos, 56 desaparecidos y 800.000 damnificados. Los daños ocasionados por esta catástrofe ascienden a 30.000 millones de dólares (el 18 por ciento del PBI chileno) y constituyen "el mayor perjuicio patrimonial en la historia de Chile", señaló en su intervención. Escolarizar a 1.250.000 niños de la zona devastada y construir 50.000 viviendas de emergencia fueron algunos de los logros citados ayer por Piñera.