El Gobierno español logró ayer sacar adelante, por un solo voto de diferencia, su polémico plan de choque para reducir el déficit público en una tensa votación en el Parlamento en la que sólo contó con el apoyo del grupo socialista.
El decreto-ley que establece la bajada de los salarios de los empleados públicos, la congelación de las pensiones y el recorte de la inversión, fue aprobado por 169 votos a favor (todos los diputados socialistas), 168 en contra y 13 abstenciones.
La abstención de los 10 diputados de los nacionalistas catalanes de centro-derecha de Convergencia Unión, junto a la de Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria, facilitó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pudiera sacar adelante las controvertidas medidas y evitara un gravísimo revés.
El rechazo del Parlamento a convalidar el decreto-ley hubiera supuesto, según los analistas, no solo una catástrofe para el Ejecutivo socialista y su posible caída sino un pésimo mensaje a los mercados financieros que desde hace semanas tienen a España en su punto de mira a raíz de la crisis griega.
Las medidas de ahorro que pretenden rebajar el déficit público al 3 por ciento en 2013 fueron reclamadas al Gobierno español por la Unión Europea. Para el Partido Popular (PP), que con 153 diputados es el principal de la oposición en España, su voto en contra no significa que se oponga a la reducción del déficit público, sino al modo cómo lo ha planteado el Ejecutivo, que calificaron de medida "improvisada, insuficiente e injusta".
Zapatero, que ayer tenía previsto viajar a Brasil para asistir al III Foro de la Alianza de Civilizaciones, que patrocina junto con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, ha suspendido el viaje para concentrarse en las medidas anticrisis.
El propio Zapatero anunció su cambio de planes a los periodistas en el Parlamento tras el reñido debate que, según los analistas, ha evidenciado una gran soledad del Gobierno socialista, que con sus 169 diputados no tiene mayoría absoluta en el Parlamento y necesita apoyos puntuales de otras fuerzas.
