El huracán Melissa, que alcanzó la categoría 5 en el Caribe y se convirtió en el tercer ciclón de máxima intensidad de la temporada de huracanes de 2025, descendió a categoría 4, aunque continúa siendo “extremadamente peligroso”, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

La situación afecta especialmente a Jamaica y mantiene en alerta a otras islas del Caribe debido a la intensidad del fenómeno. En Jamaica, tres personas perdieron la vida al sufrir accidentes mientras se preparaban para su llegada, según informaron las autoridades locales. Además, se registraron otras tres muertes en Haití y una en República Dominicana, donde una persona continúa desaparecida.

El ministro Agua, Medio Ambiente y Cambio Climático de Jamaica, Matthew Samuda, dijo a la cadena CNN que hubo reportes de regiones inundadas y anegadas en la isla, además de daños estructurales.

Las autoridades locales, según declaró Samuda al mismo medio, recibieron informes sobre “graves daños en infraestructuras públicas, hospitales y lugares de seguridad”. Además, de acuerdo con sus declaraciones, muchas viviendas quedaron “inundadas y anegadas”.

Por otro lado, las autoridades sanitarias locales pidieron a los residentes de Kingston, Saint Andrew, Saint Catherine y Saint Thomas que extremen las precauciones ante la posible presencia de cocodrilos en zonas residenciales. “Las fuertes lluvias e inundaciones podrían provocar que los cocodrilos se vean desplazados de sus hábitats naturales. El aumento del nivel de agua en ríos, arroyos y pantanos podría hacer que los cocodrilos se adentren en zonas residenciales en busca de terreno seco”, indicó la Autoridad Sanitaria Regional del Sudeste (SERHA, por sus siglas en inglés) en sus canales oficiales.

Las autoridades mantienen la alerta en la isla por condiciones riesgosas, mientras la tormenta se dirige hacia el sureste de Cuba, donde se prevé que toque tierra como un huracán de gran intensidad durante la madrugada de este miércoles.

Se esperan marejadas de hasta 3,5 metros y lluvias que podrían alcanzar los 500 milímetros en zonas del oriente cubano, lo que aumenta el riesgo de numerosos deslizamientos de tierra.