La Basílica de Santa María la Mayor, es una de las cuatro basílicas papales de Roma y es el lugar elegido por el papa Francisco para su sepultura. Será el primer Papa que será enterrado fuera del Vaticano.
Es un templo mariano por excelencia y cuna de la civilización artística. Famoso por legendarias apariciones y cada 5 de agosto se conmemora el Milagro de la Nieve con una celebración solemne. Desde el sábado, será además el lugar de descanso del primer papa latinoamericano.
Francisco, fallecido el lunes a los 88 años, había expresado a finales de 2023 su voluntad de ser enterrado en esta basílica mariana y no en la cripta de la Basílica de San Pedro, donde yacen la mayoría de los pontífices desde hace más de tres siglos. Su decisión, profundamente simbólica, está ligada a su intensa devoción por la Virgen María, en particular por el icono bizantino Salus Populi Romani (Salvación del pueblo romano), que se conserva en este templo.
“Justo después de la escultura de la Reina de la Paz (la Virgen) hay un pequeño recinto, una puerta que da a un cuarto que usaban para guardar los candelabros. Lo vi y pensé: ‘Ese es el lugar’. Y ya está preparado ahí el lugar de la sepultura. Me han confirmado que ya está listo”, reveló el pontífice argentino al vaticanista Javier Martínez-Brocal en su libro El Sucesor. En una entrevista posterior con el medio mexicano N+, reafirmó: “Es mi gran devoción. El lugar ya está preparado”.
Francisco tenía una relación cercana y constante con Santa María la Mayor. Antes de cada viaje internacional y al regresar de ellos, solía acudir a rezar ante el Salus Populi Romani, una pintura que representa a la Virgen María con una túnica azul, sosteniendo al niño Jesús, quien lleva un libro dorado adornado con piedras preciosas. Esta práctica, más que un gesto protocolario, reflejaba su cercanía espiritual con la figura mariana.
No faltaron las voces que consideraron que Francisco pudiera haber tenido en cuenta también a la Basílica de Santa María La Mayor porque está ubicada a una cuadra de la Embajada Argentina en Roma, como si esa coincidencia pudiera entenderse como querer estar cerca de la Patria. Sin embargo no hay registro de que el Papa lo hubiera manifestado de ese modo.