Por cuatro años, Erika Frantzve subió a los escenarios de las convenciones de Turning Point USA junto a su marido; lo ayudó a construir un movimiento fuerte y, a la vez, armó su propio grupo de jóvenes seguidores conservadores. En esas charlas, Erika solía recomendar a las mujeres que se casen jóvenes y críen hijos, sin darle importancia a su propia carrera profesional. “No estás desperdiciando un título cuando crías a tus hijos con sabiduría, amor y verdad”, dijo hace tres meses, en la apertura de la Cumbre de Liderazgo de Jóvenes Mujeres, la reunión más grande de mujeres jóvenes conservadoras en Estados Unidos, organizada por Turning Point USA en Dallas.
Vestida de rosa, ante un auditorio de tres mil personas, contó: “Antes de conocer a Charlie, no estaba en el camino de ‘quiero tener seis hijos y una casa con un cerco blanco; esa no era mi mentalidad. Pero así de asombroso es Dios. Cuando conocés al hombre adecuado, todo cambia. Cuando conocí a Charlie, eso fue todo. No me importaba en absoluto una carrera”. Su marido, por su parte, agregó: “Las jóvenes deben estar dispuestas a someterse a un hombre piadoso cuando lo conozcan”, y remató: “El feminismo hipertóxico es muy desagradable para los hombres jóvenes”. En ese contexto, los Kirk también difundían mensajes en contra de las personas trans y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Erika Kirk en su primer discurso tras el asesinato de su marido
Erika Frantzve ya tenía una vida pública antes de conocer a Charlie. En 2012 la coronaron Miss Arizona USA. Su Instagram, con medio millón de seguidores, todavía tiene fotos de esos años, incluso de una visita al Pentágono con su banda de Miss Arizona. Además, jugó al básquet en la universidad, se recibió licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad del Estado de Arizona, y obtuvo una maestría en Estudios Legales Americanos en Liberty University.
También inició su propio camino de fe: en 2016 creó BIBLEin365, un programa que desafiaba a leer la Biblia durante el transcurso de un año. El desafío más tarde se convirtió en un programa ministerial, que “busca ayudar a las personas a interactuar con las escrituras diariamente”, según su sitio web. Dos años después lanzó Proclaim Streetwear, una marca de ropa basada en la Biblia. Y actualmente conduce un podcast llamado Midweek Rise Up, que se emite cada miércoles, así como de otro de meditaciones que se lanza cada lunes.
A pesar de todos estos logros, Erika enfatizaba que sus prioridades en la vida son ser esposa y madre. La pareja era cristiana evangélica.

