Volodimir Zelensky celebró este domingo la histórica operación llevada a cabo por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) contra la aviación estratégica rusa. Este ataque, que tardó más de un año y medio de planificación, marcó un hito en las tácticas ucranianas contra Rusia.
“Un resultado absolutamente brillante. Un resultado independiente de Ucrania. Un año, seis meses y nueve días desde el inicio de la planificación hasta la ejecución efectiva. Nuestra operación de mayor alcance hasta la fecha”, escribió el jefe de Estado en un mensaje en Telegram.
Si bien los aspectos específicos de la “Operación Telaraña” siguen siendo confidenciales en este momento, Zelensky afirmó que estas acciones “pasarán a los libros de historia”.
Además, el presidente ucraniano aseguró que todas las personas involucradas en la preparación del plan fueron evacuadas a tiempo del territorio ruso, enfatizando la seguridad y eficacia del operativo. En su mensaje, reiteró la postura de Ucrania al expresar que el país tiene el derecho de defenderse y está comprometido a presionar a Rusia para poner fin a la guerra iniciada por Moscú.
“Ucrania se está defendiendo, y con razón: estamos haciendo todo lo posible para que Rusia sienta la necesidad de poner fin a esta guerra. Rusia empezó esta guerra, Rusia debe ponerle fin”, insistió.
Según cifras difundidas por el Servicio de Seguridad ucraniano, el costo estimado de los daños infligidos a la aviación estratégica rusa supera los 7.000 millones de dólares.
Zelensky detalló, además, que “se utilizaron un total de 117 drones en la operación. Y trabajó un número correspondiente de operadores de drones”, subrayando que “el 34 % de los portadores estratégicos de misiles de crucero en los aeródromos fueron alcanzados”, lo que representa un golpe considerable a la infraestructura militar rusa.
El mandatario también agradeció al jefe del SBU, Vasil Maliuk, por el éxito alcanzado.
Un funcionario de seguridad ucraniano, citado por AP bajo condición de anonimato, afirmó que el ataque destruyó más de 40 aviones rusos. Según este funcionario, el operativo fue supervisado personalmente por el presidente Zelensky.
Los drones, transportados en camiones con contenedores, alcanzaron 41 aviones estacionados en varios aeródromos, incluyendo modelos A-50, Tu-95 y Tu-22M. Estas aeronaves han sido empleadas por Moscú para lanzar misiles contra Ucrania y para coordinar objetivos y detectar defensas aéreas.
El Ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, reconoció los ataques, que afectaron cinco aeropuertos en distintas regiones del país. Según el ministerio, los drones FPV dañaron aeronaves y provocaron incendios en bases aéreas en la región de Irkutsk, situada a más de 4.000 kilómetros de Ucrania, así como en Murmansk, en el norte ruso. Además, Rusia reportó haber repelido otros ataques en Amur, en el Lejano Oriente, y en las regiones occidentales de Ivanovo y Ryazan.
El impacto de la operación se extiende más allá de los daños materiales. El ataque ucraniano se produjo en vísperas de una nueva ronda de conversaciones de paz directas entre Ucrania y Rusia, programada para celebrarse en Estambul. Zelensky anunció este domingo que el Ministro de Defensa, Rustem Umerov, encabezará la delegación ucraniana en las negociaciones. “Estamos haciendo todo lo posible para proteger nuestra independencia, nuestro Estado y nuestra gente”, afirmó el presidente ucraniano.

