El próximo 9 de noviembre se llevará a cabo en la ciudad de Chilecito, La Rioja, el 1º Concurso Nacional Del Torrontés Riojano, que cuenta con el patrocinio de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) y del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El jurado, presidido por la ingeniera Claudia Quini, expresidenta de la OIV y actual funcionaria del INV, estará conformado por reconocidos especialistas nacionales e internacionales.

El concurso está abierto exclusivamente a los vinos procedentes de la variedad Torrontés Riojano, de todas las categorías (vinos secos, semis, dulces, dulces naturales, vinos de licor, espumosos, etc.), procedentes de cualquier región vitivinícola del país. Confronta vinos que presentan mínimo 85% Torrontés Riojano (como varietal TR) y vinos con no menos de 60% de variedad Torrontés Riojano, como Blend, según las normas vigentes en nuestro país.

Todas las muestras deberán ir con el etiquetado y la presentación comercial. Si el producto ha sido acondicionado específicamente para el concurso, deberán proveerse documentos explicativos que justifiquen este estado.

La ficha de inscripción se puede obtener de la página del INV.

Las muestras podrán ser entregadas hasta el próximo 31 de octubre en las delegaciones del IN, .de Mendoza, San Juan, Chilecito, La Rioja, General Roca y San Rafael.

Acerca de los Torrontés

Torrontés es la cepa emblemática de la Argentina para sus vinos blancos. Esta variedad es, después del Malbec, la que mejor nos representa en el mundo. En la Argentina es en el único lugar donde se produce este Torrontés.

Los viticultores y muchos amantes del vino tienen el falso concepto de que la uva Torrontés es una sola, y que si se cultiva nada más que en La Rioja se la denomina Torrontés Riojano, si es en San Juan, Torrontés Sanjuanino y si es en Mendoza, Torrontés Mendocino. Incluso algunos hablan del Torrontés Salteño. Esto no es así, ya que se trata de tres variedades diferentes cuyo origen es de la época colonial y son distintos a los Torrontés españoles. El Torrontés Riojano ha encontrado en Cafayate, Chilecito, uno de sus mejores terruños. Sin embargo, en Mendoza está la mayor superficie cultivada y producción. Se han obtenido en San Juan excelentes Torrontés, bien frutados aunque menos aromáticos que los norteños.

El T. Riojano es una variedad que entrega vinos varietales muy aromáticos y se lo conoce erróneamente como Malvasía o Moscato D‘Asti.

El T. Sanjuanino se lo conoce como Moscatel Romano y en Chile como Moscatel de Austria, y es muy utilizado para Pisco y aguardientes. Esta muy difundido en San Juan pero mezclado con T.Riojano y T.Mendocino (poca importancia enológica).

El T. Mendocino se la conoce también como Palet o Loca Blanca y su pulpa tiene un sabor neutro, es añera y tiene poca importancia enológica (sólo quedan unas pocas hectáreas).

La Cátedra de Viticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias de Mendoza señala que existen dos hipótesis sobre su introducción. La primera, por medio de plantas provenientes de las Islas Canarias. Francisco de Caravantes y Hernando de Montenegro habrían hecho la primera plantación en 1551 en el Valle de la Concepción (Perú). La segunda supone que fue a través de semillas de pasas traídas directamente de España. Esta alternativa es la más aceptada dado que la vitalidad de las plantas en largas travesías estaría seriamente comprometida.

Por el lado de la genética, una investigación de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Universidad de California ha determinado por estudios del ADN que el T.Riojano, T. Mendocino y T. Sanjuanino son variedades diferentes al igual que el Moscatel amarillo, un cultivar argentino similar al T. Riojano. Se comprobó que con alto grado de probabilidad el T. Riojano, T. Sanjuanino y Moscatel amarillo provienen de un cruzamiento natural de Moscatel de Alejandría y Criolla Chica, y que T. Mendocino es progenie de Moscatel de Alejandría, si bien el otro padre todavía no ha sido identificado.