Al menos 31 personas han muerto, la mayoría de ellos por disparos, en los choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en torno a la prisión de Port Said (noreste del país), informaron a EFE fuentes médicas. Los heridos sumarían más de 300, teniendo diversos grados de gravedad.

Los enfrentamientos se desataron nada más conocerse la decisión de un tribunal de recomendar la pena de muerte para 21 implicados en la masacre del estadio de Port Said entre aficionados de clubes rivales hace ahora casi un año.

Tras el fallo, familiares de los condenados y seguidores radicales del equipo local, Al Masry, trataron de irrumpir en la prisión, y se enfrentaron con armas de fuego y cócteles Molotov a las fuerzas de la Seguridad Central.

Entre los fallecidos figura el futbolista Mohamed al Dadui, que jugaba en el club local Al Marrij, de la segunda división egipcia, y el antiguo portero del equipo Al Masry Tamer al Fahla, vencedor con su club de la Copa de Egipto en 1998, según la agencia oficial Mena.

Según el Ministerio del Interior, en las refriegas se han utilizado armas automáticas y hasta armamento pesado, aunque no ofreció más detalles al respecto.