Treinta y tres trabajadoras chilenas encerradas en una mina de carbón en la ciudad de Lota, en el centro-sur de Chile, iniciaron ayer una huelga de hambre para exigir que el gobierno mantenga el programa especial de trabajos fiscales en la zona, afectada por el terremoto del pasado febrero.
Las mujeres, que ingresaron a la mina, permanecen a 900 metros de profundidad en el inactivo yacimiento carbonífero Chiflón del Diablo, parte de un circuito turístico.
La crisis estalló las últimas semanas después de que el gobierno decidiera cerrar el programa fiscal de empleo en la región, azotada por un terremoto que destruyó ciudades enteras en febrero. Unas semanas atrás fueron notificados 8.000 despidos y en los últimos días otros 9.500 más.
Por su parte el gobierno, a través de las autoridades regionales, rechazó la acción, y reiteró que el programa especial de empleo concluyó y acusó al opositor municipio de Lota de instigar las acciones.
"Queremos ver a la intendenta (gobernadora) Jacqueline Van Rysselbergue y al obispo de Concepción, (Ricardo) Ezzati. Son los únicos con los que estamos dispuestos a hablar", explicó una de las mujeres. Leslie Ramos aseguró que se necesitan 12.600 cupos de empleo fiscal "para todas las comunas de la zona", tras la caída de miles de puestos dependientes del Cuerpo Militar del Trabajo.
En tanto para el gobernador de Concepción, Carlos González, se trata de "una situación orquestada", y acusó directamente de la maniobra al jefe de gabinete del municipio de Lota, Vasili Carrillo, un ex guerillero que atentó contra el dictador Augusto Pinochet en 1986.
