A finales de la década del 30 y con apenas 5 años, Enrique Sisterna, comenzó en el negocio de las baterías en su casa de 25 de Mayo. A esa edad, ya ayudaba a su padre cargando los acumuladores del grupo electrógeno de una renombrada bodega de aquella zona y las viejas "pilas" de las radios que los vecinos veinticinqueños les llevaban a recargar. Y desde ese entonces, los Sisterna no dejaron nunca esa actividad y en la actualidad, quien empezó ayudando a su padre en su casa, formó una de las empresas de mayor renombre y trayectoria en la provincia: "Baterías Sisterna".
Antes de los "70, Enrique Sisterna se mudó a Calingasta. En su nuevo hogar, don Enrique siguió con la tradición y el oficio heredado de su papá y se dedicó a cargar baterías de televisores y radios en aquel departamento, recordó el menor de sus cuatro hijos, Marcelo Sisterna (30).
En el año "83, se instaló en Capital. Más precisamente en calle 9 de Julio 1173 Este y actualmente allí fabrican y venden alrededor de 500 acumuladores por mes. Además, en ese lugar construyen las placas de las baterías, siendo los únicos en Cuyo que se dedican a esa actividad, explicó Marcelo.
Marcelo, junto a sus tres hermanos mayores, Ricardo, Marisa y Analía, tomaron la posta en el año "95, cuando su padre les entregó casi definitivamente la empresa que fundó hace 40 años. Pero según el menor de los Sisterna, no ha sido una posta fácil y menos tratándose de un negocio familiar.
"A veces los roces que tenés con tu familia también se llevan al trabajo y es complicado no echarte en cara con tu hermano alguna cosa. Con Ricardo tenemos nuestras diferencias y no es para nada fácil pelearte en el negocio y luego tener que verte la cara en el almuerzo en casa. Saber diferenciar los inconvenientes de la empresa con los de tu familia, cuesta", resume Marcelo.
Pero más allá de esos pequeños conflictos, los hermanos pechan para adelante con dos metas muy claras para el futuro: crear baterías para equipos fotovoltaicos y profundizar la actividad que recién ha comenzado hace dos años de mantener y fabricar baterías industriales. "Lo que más cuesta de estar al frente de la empresa que fundó mi padre son las diferencias generacionales que tenemos con él en cómo encarar las cosas. Mi viejo siempre se da una vuelta por acá y siempre tiene alguna observación para hacer. Me gusta estar dirigiendo todo con mi hermano y es gratificante hacer un producto y generar trabajo. Nuestra meta para el futuro es consolidarnos como una empresa de baterías líder y en energía renovables a nivel provincial", concluyó Marcelo Sisterna.
