El partido no pudo llegar al pitazo final, porque cuando se jugaban 42′ del complemento, los hinchas locales, invadieron la cancha y el árbitro Daniel González tuvo que suspenderlo, algo que desató la furia de los visitantes que se enfrentaron con la Policía, mientras los sacaban del estadio. Igual, es un hecho que se dará por finalizado.

Ayer, en el Este, se ponían en juego cosas importantes. Ambos equipos tenían con que dar un buen espectáculo. 9 de Julio, el equipo de primera división y Rivadavia, el que venía del ascenso. Se enfrentaron ayer en el encuentro de vuelta de la promoción del fútbol sanjuanino y fueron los dirigidos por Aldo Rodríguez los que consiguieron mantener la categoría, gracias a un golazo de su jugador emblema, el chileno Benito Cuello, ni bien empezado el segundo tiempo. Este resultado les alcanzó para seguir en la elite del fútbol doméstico, a pesar que la semana anterior habían caído por 2-1.

El trámite del encuentro fue de dientes apretados en todo momento. El primer tiempo fue favorable a Rivadavia, que mereció irse al descanso arriba en el marcador. A poco de iniciado, un potente remate de Montenegro fue tapado por un seguro arquero García, que con esfuerzo se lanzó sobre su derecha y ahogó el grito del gol al equipo de Rivadavia. Maldonado por los costados era una pesadilla para la defensa de 9 de Julio que sólo atinó a frenarlo con falta. Hasta los 40′ del primer tiempo, la visita fue mucho más. Pacheco junto a Chávez eran los encargados de generar el juego en el local. Una jugada de estos dos ex Desamparados pudo terminar en el gol de Vargas, pero definió mal y sus remates se fueron desviados.

En el complemento todo cambió. Un ataque de 9 de Julio, terminó con un centro para Tobares, que se dio vuelta y le puso un pase impecable a Cuello, quien disparó y su tiro se metió en el ángulo del arco defendido por López, que por más que tocó la pelota no evitó que bese las piolas. Gol, locura, festejos, 9 de Julio con este tanto consigue mantener la categoría por ventaja deportiva.

Desde ahí, el partido ganó en emoción, todas las jugadas se discutieron. Rivadavia lo pudo empatar en dos ocasiones pero sus jugadores no estuvieron finos. Y sobre el final, lo que pasa siempre, los hinchas se metieron a la cancha a buscar su recuerdo, el partido se suspendió y por momentos ganó la violencia, aunque esta vez no opacó la fiesta de todo un departamento, que por ahora es de primera…