Las fuertes lluvias de este fin de semana en El Salvador dejaron al menos 96 muertos, 60 desaparecidos, 7.000 evacuados y cuantiosos daños, dijo ayer el Gobierno de esa nación centroamericana.
El ministro de Gobernación, Humberto Centeno, fue el encargado de proporcionar informes oficiales sobre la tragedia, atribuida a un sistema de baja presión en el Pacífico, intensificado por el paso del huracán "Ida".
San Salvador y San Vicente han sido los departamentos más afectados por las lluvias, deslaves e inundaciones, explicó Centeno en una rueda de prensa junto a sus colegas de Defensa, Salud y Medio Ambiente.
Imágenes difundidas por el canal 21 de la televisión local muestran que en la localidad de Verapaz, los deslizamientos de lodo prácticamente han cubierto varias viviendas y arrasado vehículos que permanecen apiñados en las vías.
El Gobierno declaró estado de emergencia en cinco departamentos del empobrecido país centroamericano y espera hallar más víctimas a medida que los rescatistas avanzan sobre terrenos difíciles.
Los ríos Jiboa, en la zona central del pequeño país, el río Grande en el oriente y el Acelhuate, que atraviesa la capital, estaban desbordados y varios puentes habían colapsado, dejando aislados a miles de pobladores.
Miembros de la Cruz Roja luchaban para rescatar personas que quedaron soterradas cuando las lluvias arrastraron toneladas de lodo de los cerros cercanos.
Los rescatistas también trataban de mover a personas que habían quedado aisladas entre los cerros y el lago, utilizando lanchas y helicópteros.
