Esta dulce. Por su mejor momento. No la toca mucho dentro del área pero cuando la pelota llega a sus pies o cabeza los arqueros rivales tiemblan. Gastón Caprari no detiene su marcha al arco rival y salvo en la derrota ante Estudiantes de La Plata, ha marcado en los restantes cuatro partidos para llegar a cinco goles con el de ayer y tener un promedio de un tanto por partido. Números ideales para el cordobés que encontró su lugar y responde con festejos.
Ayer hasta antes del gol, había tenido una chance esporádica. No obstante cuando tuvo que responder para darle el empate cumplió. Era la segundo oportunidad y facturó. Iban 20 minutos del complemento y tras la jugada grupal que terminó en la gran habilitación de Facundo Affranchino para el ingreso del Gato por el centro del área grande, el cordobés lo midió a Nereo Fernández y le ubicó al pelota arriba para dejarlo sin reacción y emprender su quinta corrida para gritar en lo que va del año con la camiseta Verdinegra.
“No me obsesionan los goles, si vienen mejor, pero lo importante es que el equipo sume…”, es la frase de cabecera del máximo artillero del país, quien para nada es egoísta y siempre trabaja para el resto, sabiendo que alguna oportunidad le va a quedar y que en esa mínima fracción está derecho y anota. Hay que aprovecharlo y San Martín lo hace bastante seguido. Será cuestión de seguirle dándole crédito, más ahora que se viene Boca.
