San Juan, 16 de septiembre.- La ministra jefa de la Casa Civil, Erenice Guerra, presentó hoy su renuncia "irrevocable" al cargo, acosada por las denuncias opositoras de tráfico de influencias y corrupción, que amenazaban con afectar la candidatura de la oficialista Dilma Rousseff a la presidencia.

La salida del gobierno de la ex asesora de Rousseff se oficializó esta tarde cuando el vocero de la Presidencia, Marcelo Baumbach, leyó en el Planalto la carta de renuncia, y anunció que el cargo será cubierto interinamente por el secretario ejecutivo de la casa, Carlos Eduardo Esteves Lima.

El portavoz informó, según reflejaron los diarios Folha, Estado y Globo, que el mandatario tiene una semana para decidir quién sucederá a Guerra en el cargo, aunque se especula con que la elegida será la actual coordinadora general del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), Miriam Belchior, también de la Casa Civil.

La crisis de gobierno se desató en la recta final de la campaña hacia las elecciones del 3 de octubre a instancias de las denuncias por tráfico de influencias y pedido de coimas sobre el hijo de la hoy renunciada ministra, Israel Guerra, quien habría realizado lobby desde su cargo de asesor en favor de una empresa aérea para ganar un contrato con el Estado.

A pesar de los embates del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la candidata oficialista mantiene una amplia ventaja en las encuestas de opinión que le auguran un triunfo cómodo en la primera vuelta el 3 de octubre, lo que demuestra que su imagen no resulta afectada por las denuncias.

El director de Datafolha, Mauro Paulino, dijo a Télam que la última encuesta, que da una diferencia de 51 a 27 por ciento en favor de Rousseff sobre Serra, demuestra que las denuncias "no afectan" la imagen de la candidata del PT y que mantiene "un escenario muy consistente" de triunfo.

Pero por la sucesión de imputaciones, Erenice Guerra presentó este mediodía su renuncia a Lula da Silva con una carta en la que denucia "una campaña de descalificación" contra ella y su familia que responden a "pasiones electorales que no pueden justificar el vale todo", por lo que requiere "paz y tiempo" para defenderse.

La Casa Civil es el ministerio político más importante de la Presidencia, y Guerra ocupó ese cargo por 70 días, luego de ser la secretaria ejecutiva de Rousseff, y encaminar varios de los principales proyectos del gobierno de Lula da Silva.

Los medios brasileños dan cuenta también de una reunión previa de Guerra con el ministro de Comunicación, Franklin Martins, quien le planteó a la funcionaria que su situación se había vuelto insostenible por el grado de vinculación que tuvieron ex asesores y ex familiares.