La final entre Djokovic y Nadal se convirtió en la más larga en la historia de los Grand Slam, con una duración de 5 horas y 53 minutos. La final número cien en la historia del primer Grand Slam de la temporada batió a la del Us Open de 1988, en la que el sueco Mats Wilander ganó al checo Ivan Lendl en 4 horas y 54 minutos.

Además, la final también se convirtió en el partido más largo en la historia del Abierto de Australia.