No hay caso. Este Unión no sabe de estaciones. Es un tren que no se detiene. Por ahí reduce la velocidad. Hasta se frena. Pero nunca se para. Anoche tenía un partido bravo. De esos que hay que encararlos con todo lo que uno tiene a mano. Y el Azul de Villa Krause así lo hizo. Es más, si hay que contar posibilidades para uno y otro es como que con Huarpes tuvieron casi la misma cantidad, pero a la hora de la verdad estuvo la diferencia. Unión tuvo muchas y fue efectivo. Huarpes contó con otras tantas pero falló en la definición. Entonces, un partido que fue parejo en el desarrollo se inclinó completamente en las cifras para uno de los equipos: El visitante Unión. Ganó el Azul 5-2, se quedó con el invicto del Cacique, sigue mostrando el suyo en la tabla y, de paso, se mantiene con el puntaje ideal: Seis jugados, seis ganados.
Linda noche de hockey detrás del Auditorio. Con mucha gente. Con bombos. Y con entusiasmo, especialmente de los locales, que llegaban felices por el buen momento del equipo que dirige Diego Sánchez.
Un primer tiempo parejo, tanto que se fueron al descanso iguales (2-2). Huarpes movió todo el equipo, Unión se dejó cartas. Y son esas las que sacó en el complemento (caso especial el Negro Carrión) para marcar la diferencia decisiva. Una cancha chica con un piso espantoso. Un arbitraje con fisuras y un partido calentito que se definió en la recta final. Ganó Unión y sigue gozando de su momento dulce. Ya lleva 16 partidos (contanto los de la Liga) sin perder. En realidad, no hay con qué darle…
