“Que los cumplas feliz, que los cumplas Ceferino, que los cumplas feliz”, cantaron a coro los niños apenas llegaron al paraje, en el momento más emotivo de una caminata que reunió a más de 300 alumnos. Ya habían caminado durante más de una hora y en ese instante hubo aplausos por partida doble: por el aniversario del beato Ceferino Namuncurá que se cumplió ayer y por el esfuerzo de esos niños de 7 a 11 años del Colegio Parroquial San Juan Bosco, de San Martín, que festejaron la fecha con una caminata de 4,3 km hasta la villa Dominguito. La iniciativa ya tiene sus años, pero la directora Nelly Reinoso afirmó que nunca antes fue tan multitudinaria. Y es que además de los 300 alumnos del colegio, calculó que hubo unos 500 acompañantes, entre padres, vecinos y estudiantes de la escuela Dominguito, que se plegaron al festejo.

La caminata comenzó a las 15 y los chicos, precedidos por el auto del párroco Mario Robles que llevaba unos parlantes en el techo, avanzaron por la mano derecha de la calle Rawson.

Cada grupo iba con sus maestras y en la retaguardia de la larga fila se ubicaron las madres, munidas de cámaras de fotos, botellitas de agua y camperas de abrigo.

Desde los parlantes salieron alabanzas y la animación incansable de las docentes. Y entre las pausas, relataban la vida de Ceferino Namuncurá, que nació justamente el 26 de agosto de 1886, en Río Negro. ‘Aunque terminamos muy cansadas, nos gusta la caminata. Yo creo mucho en Ceferino y en el colegio nos enseñaron que esta es una linda manera de festejar su cumpleaños’, contó Dalma Vázquez (11), alumna de sexto grado.

Tras la llegada al paraje, los chicos del jardín de infantes ofrecieron una representación de la vida de Namuncurá, mientras que monseñor Delgado celebró la misa. Y como en todo cumpleaños, no faltó algo dulce, ya que el cierre fue con una gran merienda.