Es innegable que es un empresario exitoso, pero además de eso tiene una mirada artística y avanzada del mundo y de la moda. Ricky Sarkany es la cuarta generación de una familia de artesanos fabricantes de calzado que supo incrementar la herencia que comenzó su padre, un inmigrante húngaro que llegó al país en 1950, escapando de la miseria provocada por la Segunda Guerra Mundial, y su madre, una sobreviviente del campo de concentración en Auschwitz. Pero al parecer la idea de "siempre avanzar", es un bien de familia que ahora continúa Sofía, su hija mayor y quinta generación, que ya tiene su propia marca de accesorios, ropa, y la principal diseñadora de zapatos.
Ricardo (Ricky) nació en 1960 y, lógicamente, creció entre moldes de zapatos, aunque eligió Licenciatura en Administración de Empresas, título que le sirvió para volcar de lleno en su empresa.
El don de "gran emprendedor", data de la época de su padre, quien comenzó haciendo botas y sandalias con tacos altos, en un momento en que las argentinas no las usaban, y por el contrario, eran criticadas porque mostraban los dedos de los pies. Tuvo que resignar su iniciativa para poder vivir y hacer zapatos convencionales de taco bajo.
En cambio su nieto pudo darse ese lujo desde que comenzó a participar en la empresa cuando terminaba la facultad. Por ese entonces se dio cuenta que los zapatos debían diferenciarse, y ahí comenzó el cambio. Sarkany empezó a vender un producto altamente diferenciado. Claro que como tal tuvo problemas de venta, y las cosas fueron difíciles, pero la perseverancia y el buen tino de Ricky comenzaron a dar sus incipientes frutos en la década del 80, hasta el gran despegue a partir del 2000.
"En las crisis hay que trabajar fuerte y no quedarse para empezar a ver los resultados después", asegura Ricky en medio de
la presentación de la colección de zapatos de su marca en el local inaugurado hace pocos días en el nuevo Espacio San Juan Shopping Center en Rivadavia, propiedad de Carla Martín. Precisamente, ese fue el motivo de su primera visita a la provincia.
Un ámbito que no sólo utilizó para mostrar sus creaciones sino también para contar su historia y sus claves para salir adelante siempre. No escatimó en señalar, a un público casi totalmente femenino, que los ítems para el triunfo son "las 4 P" como le enseñaron en la facultad: precio, producto, plaza, promoción. "Nosotros le dimos mucha importancia a la P de promoción. Es decir, lograr que el producto que vendo se convierta en un objeto de deseo. Pero, para que ello ocurra, esas cuatro P tienen que funcionar a la perfección y me tienen que permitir un movimiento, una rotación, porque las clientas también rotan. De hecho esas "P" también han variado a las cuatro "C" (cliente; costo; comunicación y conveniencia). No tiene que ser algo estático. Aunque con eso sólo no alcanza, hay una quinta "P" que es la pasión, el alma. Por último, a todo esto hay que agregarle la gente, que sería la otra P de people. Personas que trabajen con la misma pasión que uno, que tengan la marca dentro del pecho. Sin actitud, sin alegría por lo que se hace no se puede llegar a nada. Hay que levantarse valorando lo que tenemos, aceptandonos como somos, para empezar a crecer positivamente", agregó.
Entre otros conceptos señaló que la marca Sarkany "se caracteriza porque siempre hacemos cosas diferentes porque somos apasionados por los zapatos. Si hiciéramos siempre lo mismo sería un error. Siempre nos reinventamos".
Su clara visión empresaria y adaptada a los tiempos (incluso los que vienen), le permite siempre estar un paso adelante en el diseño y en los requerimientos de sus clientes.
"El plan de negocios se basa en iniciar acciones que no tengan nada que ver con el zapato. Esto se maneja con un desarrollo de la imagen. Por eso, a lo largo de los años, fuimos cambiando nuestras gráficas y las modelos que elegíamos para las publicidades. De hecho ahora tenemos una en la que hablamos del hombre superior al que le hemos calzado unos zapatos de tacos alto, es muy interesante y controvertido el concepto", asegura respecto de la publicidad de esta temporada protagonizada por Isabel Macedo y el modelo internacional Lucho Jacobs.
Como si con las acciones de Ricky no alcanzara, llegó a la empresa Sofía, su hija mayor, quien básicamente es una artista plástica, que decidió volcar su creatividad a los zapatos. Según cuenta su papá "diseña zapatos como si fueran un cuadro. Aprendo de ella día a día". Hace dos años presentó una exposición de sus obras y usó los mismos colores que uno de sus cuadros para hacer un zapato con nueve tonos, sólo para la muestra. "Le dijo al público que así sería este zapato si lo viera como un cuadro, es que no puede con este tema que lleva en su corazón. Muchas famosas lo querían pero no era para la venta, alguna la convenció y se los hizo", relató.
Sarkany tiene una veta solidaria y de responsabilidad social, muy comentada en el ambiente artístico. Una muestra de ello fue una publicidad que grabó para una marca de neumáticos en la que sólo decía "alta llanta", por lo cual recibió una suma de dinero más que considerable que donó a para la compra de sillas de rueda para chicos con parálisis cerebral.
"Las cosas hay que hacerlas con cariño y con amor, siempre tirando al arco sin dejar pasar ni una oportunidad. De eso se trata la vida, de hacer cada cosa con afecto", aseguró.
Tras unos 40 minutos de dialogo con la gente en el que desplegó frescura, sus dotes de presentador, empresario, y sobre todo empresario exitoso, que sabe que todo pasa por el cambio permanente, tal como lo imponen estos tiempos.
