Buenos Aires, 3 de mayo.- Madeleine McCann desapareció hace tres años sin dejar huellas, pero sus padres no se dan por vencidos: en un nuevo aniversario, Gerry y Kate McCann se dirigen nuevamente a la opinión pública mediante un vídeo y una entrevista a modo de recordatorio de su hija, desaparecida el 3 de mayo de 2007 en Portugal.

Mediante la ayuda de su investigador privado, los McCann creen haber encontrado nuevas pistas y han solicitado a la Policía que reabra la investigación.

"Nuestro investigador privado obtuvo nuevas informaciones que deben ser analizadas y hay otras áreas donde puede haber indicios significativos", declaró el padre en el Reino Unido, indica hoy el diario El Mundo de España en su edición on line.

El hombre se queja amargamente de que las policías portuguesa y británica ya no investiguen el caso. "La pregunta es si se hizo todo lo posible. Y la respuesta es: "No".

Hay muchas pistas, opina Gerry y agrega: "Debemos ser realistas. No tenemos la misma capacidad que la policía de seguir esos rastros".

En su opinión, es inaceptable que las autoridades se hayan dado por vencidas.

’Maddie’ desapareció poco antes de su cuarto cumpleaños de su habitación en un complejo vacacional de Algarve, en el sur de Portugal, mientras sus padres cenaban en un restaurante.

Desde entonces, los McCann iniciaron una campaña pública internacional, que los llevó de Estados Unidos a Bruselas y de allí hasta el Papa. Después de declarar a los mismos padres como sospechosos, la Policía portuguesa abandonó las investigaciones en julio de 2008.

Si Madeleine fue secuestrada, si aún está viva o si murió… nada está aclarado tres años después de su desaparición.

El nuevo vídeo, que fue presentado por primera vez en enero en ocasión de los 1.000 días de la desaparición de ’Maddie’, y que será difundido masivamente este lunes, muestra una foto inédita de la niña. Se la ve con sombra azul en los ojos y un lazo rosado en el cabello.

La grabación breve muestra la búsqueda de sus padres en Portugal y en la localidad natal de la niña, Rothley. Cierra con las palabras: "Gracias por no haber abandonado a Madeleine. Juntos podremos traerla de vuelta a casa".

Desde instancias tempranas, la Policía portuguesa dio por sentado que Madeleine estaba muerta. Los padres ganaron un juicio iniciado al entonces jefe investigador Goncalo Amaral, quien publicó un libro en el que asegura que Madeleine había muerto ya en la habitación que compartía con sus padres.

Tres años después, la familia ha vuelto a disfrutar otra vez de su vida, según ha confesado la madre, Kate, de 42 años, quien considera que eso es bueno tanto para Madeleine como para sus hermanas Sean y Amelie, de cinco años.Los padres se siguen aferrando a la esperanza y prosiguen la búsqueda. "No nos daremos por vencidos hasta que te encontremos", prometen a su hija.