Hace un mes, una noticia conmocionó a la provincia. El avión hidrante que llegó a San Juan para combatir incendios cayó, rompió distintos sectores de cuatro viviendas y destruyó un auto, en el barrio Las Heras, de Capital. El accidente no dejó víctimas fatales y el único herido fue el piloto, que estuvo internado dos días. Sin embargo, las familias que habitaban esas casas aún padecen las consecuencias. De hecho, dos de ellas están viviendo en un hotel pagado por el Gobierno.
Cuando sucedió el hecho, el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, dijo que, por orden del gobernador Gioja iban a ayudar a las familias. Esa dependencia envió a dos familias a un hotel, mientras que los dueños de las otras dos casas afectadas quisieron volver a sus hogares.
Gladys Páez, una de las personas que está en el hotel y que, además es dueña de un auto que quedó destrozado, contó que ‘estas no son unas vacaciones. Todos los días voy a la casa y siento que la bombardearon. Desde la Dirección de Planeamiento dicen que está habitable, pero tenemos miedo. Las paredes tienen grietas y parte del techo del pasillo se está cayendo‘.
La mujer, dijo también que ‘nos ofrecieron un subsidio, pero no queremos plata, sino que la casa esté como antes. Esto es doloroso, ni siquiera pudimos festejar el cumpleaños de 15 años de mi hija, que ya estaba organizado‘. En la misma situación, está la familia Casas-Galleguillo, dueña de la vivienda lindera.
Por su parte, la familia Morvillo, que vive en la casa en cuyo frente quedó el avión, espera cobrar un subsidio. Vanina Morvillo, hija del dueño, contó que ‘desde el Gobierno nos dieron mercadería, remedios, colchones. Ahora nos darán un subsidio para que arreglemos las rejas‘. La mujer agregó que ‘lo que no se supera es el trauma. Con esto, mi papá se ha venido abajo‘.
Ante esta situación, el titular de la Dirección de Emergencia del Ministerio de Desarrollo Humano, Daniel Tripoloni, comentó que ‘ya hicimos algunos arreglos y hoy por la tarde -por ayer- iremos a terminar de reparar los daños‘. En la vivienda de la familia Casas taparán los huecos que quedaron tras la instalación del nuevo tanque de agua. A su vez, en la casa de los Páez van a reparar filtraciones del techo y a colocar la cornisa de ladrillos que desprendió el avión. Además, repararán una grieta que, según Tripoloni, es superficial, y cambiarán la tierra del jardín, que quedó cubierta de combustible.
‘Las casas no van a quedar como estaban. Pero haremos lo posible para que las familias vuelvan la semana que viene. Tendrán que esperar el dinero del seguro para terminar las obras. Lo que hemos hecho es una tarea de solidaridad‘, comentó Tripoloni.
