Con contundencia de principio a fin, el sanjuanino Gabriel Abarca (Ford Ka) tuvo un debut triunfal en el Rally Mundial, al imponerse en la Clase 9 de la Copa ACA, con casi 6 minutos sobre su primer perseguidor.
Abarca se puso al frente de la clasificación en esta categoría desde el super especial del primer día de la competencia y ayer fue el más veloz en las dos especiales cronometradas, para asegurarse más el triunfo, con un tiempo total de 3h18m15s.
Con Juan Cruz Varela como navegante, el binomio sanjuanino alcanzó su primer triunfo en esta categoría. Abarca compite desde la temporada pasada en el rally argentino y recibió una invitación desde esa organización para participar en la Copa ACA. La mejor actuación de Abarca en la Clase 9 hasta ahora había sido un tercer puesto y eso ocurrió hace dos semanas en el rally de Corrientes, válido por la 2da. fecha del torneo nacional.
“Es una carrera muy dura, muy extensa. Es muy pesada. Lo catalogo como uno de mis mayores triunfos. Con llegar ya era un triunfo para mí. Hacerlo así, es mejor todavía”, declaró ayer el ganador.
La Clase 9 reúne a los vehículos de menor potencia de las 3 categorías que componen el rally nacional. Partieron 8 y arribaron 6. La Copa ACA se pone en juego simultáneamente con la fecha del rally mundial, para que los pilotos nacionales compitan en la prestigiosa prueba. Son fiscalizados por el mismo ente y recorren los mismos especiales, aunque en menor cantidad, cumpliendo con sus reglamentaciones técnicas. Abarca terminó décimo en la clasificación general, que ganó el puntano Miguel Baldoni, incluso por encima de autos Clase 3 o Maxi Rally, de mayor potencia. “Espero que nos de más fuerza esta actuación. Estamos muy contentos y embalados. Más allá de ganar, sumé mucha experiencia. Aprendimos a regular mejor los tiempos”, evaluó el albardonero.
La última vez que un sanjuanino participó en el Rally de Argentina fue lino Sisterna en 1998, por lo que Abarca cortó una sequía de 15 años. “Hasta que no subí a la rampa del podio, no sentía que había ganado. Tenia miedo que pasara algún imprevisto. Antes del último tramo venían muchos a felicitarme y yo no quería saber nada. Y después lo mismo, con los 100 kilómetros de enlace. Hasta que subí a la rampa y ahí recién pude festejar y soltar todo lo guardado”, detalló el piloto.
Con el trofeo ya en la mano, Abarca se animó a contar hasta la cábala que eligió para conseguir el triunfo: “No nos cambiamos la ropa ignífuga. Largué con la mas viejita el primer día y como empezamos bien seguimos así todo el fin de semana”, soltó con una sonrisa.
Ganador en 6 de los 8 tramos cronometrados en su categoría durante la competencia, Abarca siente que los casi 6 minutos que sacó de diferencia “no fue casualidad. Sin necesidad de arriesgar, buscamos un buen ritmo en estos dos últimos parciales y superamos incluso a un Subaru, para no tener problemas con la visibilidad”.
Esperando los festejos con el grupo de amigos que viajó hasta Córdoba para alentarle, Abarca esperaba una noche especial. Su primer triunfo en la categoría donde está todavía aprendiendo fue nada menos que en un Mundial.
