que fue la vedette de los primeros 5 años de gestión giojista ahora parece haber pasado a un segundo plano y con un destino incierto. Pese a que quedan gran cantidad de villas en la provincia, no se prevén más erradicaciones por este año y que vuelvan en 2010 dependerá del financiamiento que se consiga para casas, según dijo el titular del Instituto Provincial de la Vivienda, Vicente Marrelli.
"El año que viene si tenemos viviendas haremos, pero lo que se viene es el plan para departamentos alejados y de la CGT", dijo el funcionario. Sobre si eso quiere decir que en lo que queda del año no harán más traslados, respondió "y sí, ahora estamos tratando de terminar las obras que hay que terminar". Sobre qué financiamiento se está tramitando para la erradicación de villas, Marrelli dijo que "se están buscando los programas para satisfacer esas demandas, ahora estamos abocados a terminar las obras que hay que terminar".
El titular del IPV se refiere a las soluciones destinadas a la clase media, relegada en años anteriores y en la que se ha enfocado la política habitacional este año, con tres operatorias en marcha: en septiembre sortearon 2.271 casas distribuidas en 31 barrios para Gran San Juan y están pendientes las 2.600 casas para departamentos alejados y las 1.300 de la CGT.
El timonazo en la política de viviendas se percibe desde principios de 2009. En 2005, cuando se empezaron las erradicaciones en julio y apenas estaba aceitado el sistema, se mudaron 5 asentamientos, 14 en 2006, la misma cifra en 2007 y 20 en todo 2008, concentrando todo el financiamiento nacional del Plan Federal I y buena parte del Plan Federal II. Pero ya terminando 2009 hubo sólo 3 operativos, dos en Pocito (uno en la Villa Sánchez de Loria y otro en el Lote Hogar 27) y uno en La Bebida (Lote Hogar 25 y 41).
En este escenario juegan dos factores importantes: la demanda de techos supera ampliamente a la oferta (más de 60 mil inscriptos en el IPV) y el impacto en la merma de envíos nacionales producto de la crisis financiera internacional y de la coyuntura política.
Oficialmente son concientes de que hay muchas villas por erradicar, de las históricas que ya tienen censadas y de las nuevas que aparecen cada tanto, algunas con la especulación de que les den casa inmediatamente, pero no dan a conocer el número que es muy fluctuante. También hay presión de estos sectores, como se ha visto en múltiples piquetes y protestas en el Centro Cívico, reclamando casas.
Lo que sigue vigente para la clase humilde es completar algunos barrios con PROMEBA, lo que se fortalecería con un crédito de al menos 25 millones de dólares del Banco Mundial que en mayo el gobernador dijo que estaba muy avanzado.
