Ir a un cumpleaños, divertirse, volver a dormir tranquilo. Las primeras dos consignas de esa misión de fin de semana se cumplieron sin problemas ayer en la madrugada para un jovencito de 17 años, estudiante de Secundaria. La última terminó en una situación lejana de la tranquilidad y muy cercana a la pesadilla: cuando la combi en la que volvía de la fiesta lo dejó con un grupo de amigos cerca de su casa en Santa Lucía, fue atacado por otros dos muchachos que no anduvieron con vueltas a la hora de descargar violencia con tal de robarle: con un cuchillo le tajearon dos dedos de su mano izquierda cuando la atravesó para impedir un puntazo que iba directo al pecho. Y perforaron el muslo de su pierna izquierda, desde atrás, dejándolo sangrando y sin los dos celulares que portaba, informaron ayer voceros familiares y fuentes policiales.
Ocurrió minutos después de las 5.30 de ayer en inmediaciones de Ridao y avenida Libertador. Y en segundos derivó en un revuelo con amigos y vecinos persiguiendo a los sospechosos, uno de los cuales, un chico de 17 años, fue apresado minutos después en 25 de Mayo y Ridao. Su presunto cómplice, identificado como Franco Fernández, de 18 años, fue capturado cerca del lugar luego de una persecución por fondos y techos vecinos. En ese operativo de captura participó un oficial vecino del lugar, Luis Chávez, y principalmente personal del Comando, los oficiales Diego González, Sergio Bortolosi y los agentes Andrés Casívar y Mario Rodríguez, dijeron fuentes policiales. En la Policía sospechaban ayer que el menor de los apresados usó el cuchillo, secuestrado luego de un rastrillaje; los celulares de la víctima no fueron hallados.
La familia del chico herido, que pudo volver a su casa, estaba indignada pero aliviada: “Pudo pasar algo más grave, menos mal que fue una desgracia con suerte”, dijeron.
