Un obrero metalúrgico que fue detenido en Ullum en octubre último acusado de abusar sexualmente de su hija de 10 años y de su hijastra de 17, cuyo hijo se decía que era de él; quedó en libertad. Y es que su pareja, la denunciante, se retractó de las acusaciones y las dos menores negaron haber sido víctimas de ultrajes.
El juez Benito Ortíz, titular del Primer Juzgado de Instrucción, no tuvo otra que dictar la falta de mérito para este hombre de 47 años que trabajaba en un diferimiento de Ullum, pero la investigación sigue abierta. El magistrado dispuso que se someta a una prueba de ADN para poder confirmar o no si es el padre de la nena que tiene su hijastra. Eso despejaría toda duda.
El hombre había sido detenido el 30 de octubre por los policías de Seguridad Personal a partir de una denuncia que ingresó por el 102. La que lo acusó en ese entonces fue justamente su mujer, quien denunció que todos sus hijos sufrían sometimientos y maltratos por parte del hombre. Esa señora relató que el hombre, en una ocasión, le arrojó aceite caliente en el pecho tras una discusión a raíz de que él se puso supuestamente celoso porque su hijastra llegó a su casa con un supuesto novio. Con respecto a sus hijos, la mujer denunció que el sujeto perturbaba a su hijo varón de 11 años, que abusaba de su hija de 10 años y que sometía también a la mayor, de 17, quien además tenía una nena fruto de esos supuestos abusos sexuales.
La causa dio un giro inesperado cuando la mujer y sus hijas fueron llevadas a declarar al juzgado. La propia denunciante se rectificó ante el juez y dijo que todo había sido una mentira, mientras que las menores sostuvieron que no sufrieron ningún abuso. Eso obligó a que liberaran al acusado, aunque ahora hay que esperar las pruebas de ADN.
