Una paciente llegó el miércoles al Departamento de Tocoginecología del Hospital Rawson con un cuadro de hemorragia y cuando un médico la revisó, determinó que había que operarla de urgencia. Hasta ahí, todo normal y de acuerdo al procedimiento. Pero según consta en la historia clínica de la mujer, el profesional pidió ayuda para la intervención y tres colegas que lo acompañaban en la Guardia se desentendieron del tema. Los que quedaron en la mira por la supuesta negativa son los doctores Nelson Tello, Raúl Reyna y Daniel Sanna, este último conocido por ser el líder del Sindicato Médico. El director del nosocomio abrió un sumario y los involucrados podrían hasta ser cesanteados por la gravedad del caso.

El episodio se conoció como un trascendido recién ayer y cuando DIARIO DE CUYO investigó, se encontró con que todo quedó por escrito. El médico que atendió a la mujer es Sergio Alé y la operó con éxito junto a Ricardo Villalobos, a quien tuvo que recurrir para que le diera colaboración en el quirófano. Los dos firman la historia clínica y al final del documento, dejaron constancia de que ante el pedido de colaboración a Sanna, que era el jefe de la Guardia, se negó “rotundamente” (ver facsímil). Es más, afirmaron que tanto Sanna como Tello y Reyna “se encontraban en la sala de Guardia” sin cumplir ninguna actividad atinente a la profesión médica.

Fuentes vinculadas al caso contaron que Tello y Reyna estaban con Sanna y tampoco tomaron la iniciativa de cumplir con su tarea, como obliga un caso de urgencia como el que se presentó con la paciente.

La mujer, de la que se preserva el nombre porque la historia clínica es privada, presentaba un cuadro de abdomen agudo. Según las fuentes, llegó con una pérdida de sangre y se le diagnosticó un quiste ovárico hemorrágico, lo que requiere que de inmediato sea operada para evitar que se desangre o que sufra alguna infección que ponga en riesgo su vida.

El caso llegó a las autoridades del hospital a través de un informe que presentó el jefe de Tocoginecología. Ayer, el director del nosocomio, Mario Tinto, contó que inmediatamente ordenó que se inicie un sumario y que hoy empezará la investigación para saber en detalle qué fue lo que pasó el miércoles.

El sumario es de carácter administrativo y será el que determinará si efectivamente los tres médicos no cumplieron con su responsabilidad. Si las pruebas lo demuestran, quedan expuestos a ser sancionados. El castigo puede ir desde un apercibimiento hasta la cesantía, es decir pueden ser echados, dependiendo de la gravedad del hecho. Tinto dijo que no quiere prejuzgar, pero advirtió que “a priori es una falta grave”.

Por su parte, el ministro Oscar Balverdi aseguró que “de comprobarse el hecho, es gravísimo, porque hay una negativa de atender a una paciente y es obligación de todo médico hacerlo”. “Aún fuera de horario de trabajo y caminando por la calle, si un médico se topa con una persona descompuesta o en estado delicado, tiene la obligación de intervenir”, sostuvo el titular de Salud Pública.

La situación de Sanna, que está al frente de uno de los gremios más combativos, es especial. Sucede que como sindicalista tiene fueros y para aplicarle una eventual sanción, podría invocar esa protección. En ese caso, Tinto dijo que si es necesario pedir que le quiten los fueros, lo harán.