El Mundial de fútbol que organiza la FIFA es el evento deportivo que más dinero genera en el planeta con aproximadamente 80.000 millones de dólares, según los relevamientos de diversas consultoras internacionales. La magnitud del acontecimiento lleva a que 3.600 millones de televidentes observen alguno de los 64 encuentros. Por ende, es un foco de atención para las grandes marcas de indumentaria. Se trata de un mercado que en un año mundialista mueve la cifra de 7.000 millones de dólares, por eso el rey en este aspecto se asegura ganancias siderales. Es así como Adidas, Nike, Puma y otras multinacionales del rubro potencian su pelea para que el campeón del Mundo sea vestido por su empresa. En este "Brasil 2014′ el campeón ya tiene nombre y es la marca de las tres tiras alemana, pues provee con su ropa a la selección teutona y a la Argentina, los finalistas de mañana en el Maracaná. Adidas es el gigante de la industria que desde hace dos décadas tiene un competidor importante: la norteamericana Nike. De hecho, la marca de la "Pipa" por primera vez en un Mundial vistió a más seleccionados que Adidas: 10 contra 9. La también alemana, Puma, cierra el podio con 8, aunque sólo tiene de las potencias a Italia.
Adidas está en el mercado de un Mundial desde hace cuatro décadas. Nike recién se metió a pelearle fuerte a las "tres tiras" luego de "Estados Unidos 1994" y con el impulso de haber cerrado en los últimos años para su filas a la pentacampeona Brasil. Puma, por su lado, compite desde otro lado: apunta más a novedosos diseños y a mercados aún no tan explorados por sus principales rivales como los seleccionados africanos.
Claro que Adidas no sólo ya ganó este Mundial, sino que continúa con su mayor potencial económico en lo que a fútbol se refiere al ser "socio’ de la FIFA. A cambio de 95 millones de euros por año, la empresa que viste, entre otras selecciones a la Argentina, se aseguró su vínculo con la entidad madre del fútbol hasta el 2030. Por tener este rango, Adidas es la encargada de vestir a los árbitros, aparecer en los carteles oficiales de cada conferencia de prensa y lo más importante y redituable: ser el proveedor oficial de la Brazuca, el balón del Mundial, que tiene un costo que ronda los 175 dólares. Sólo hay que multiplicar la cantidad de pelotas que Adidas le brinda a la FIFA, más las que vende en el planeta, para sacar la cuenta de un negocio redondo para el emporio alemán.
Con los jugadores se da una gran particularidad y es que cada futbolista utiliza los botines de la marca de indumentaria que lo auspicia. En la Argentina el abanico es variado: Sergio Romero (Nike); Pablo Zabaleta (Nike), Federico Fernández (Puma), Ezequiel Garay (Adidas), Marco Rojo (Nike); Fernando Gago (Nike), Javier Mascherano (Nike) y Ángel Di María (Adidas); Sergio Agüero (Puma), Lionel Messi (Adidas) y Gonzalo Higuaín (Nike).
Adidas con la AFA tiene una relación casi inquebrantable en las últimas dos décadas, sólo separada cuando Reebok ganó una licitación entre los mundiales de "Francia 1998" y "Corea-Japón 20022". Luego, volvieron las tres tiras al pecho albiceleste y más aún teniendo en cuenta que Lionel Messi es también patrocinado por esa marca. Por esto, Julio Grondona, presidente de la AFA, logró una mejora en el contrato con la empresa alemana y, según diversas versiones, el ingreso anual en la actualidad es de 11 millones de euros en el vínculo que se extiende hasta el 2022. Claro que esta cifra está lejos de lo que Adidas le abona por temporada a la selección de Alemania: 22 millones de la misma moneda.
