El 22 de febrero de 2014, las vidas de la jachallera Jimena Fernández y la veinticinqueña Marcela González, Reina y Virreina del Sol respectivamente, cambiaron totalmente. Fueron coronadas en el Autódromo El Zonda-Eduardo Copello. A más de un año de ese día que jamás olvidarán, comenzaron a despedirse de la corona. El sábado que viene deberán dejar sus atributos. Contaron que fueron a varias fiestas nacionales y que siempre las recibieron con más beneficios que a otras soberanas. Eso hizo que notaran que la Fiesta del Sol es una de las más importantes que tiene el país.
“Hubo muchísimas fiestas en las que llegábamos y nos esperaban en los mejores hoteles, mientras que a las demás reinas las hospedaban en albergues. Nos daban los mejores regalos, no ubicaban en primera fila para presenciar los espectáculos, siempre junto a sus reinas o las autoridades de la provincia. Hasta hacían rondas de prensa cuando llegábamos a cada sitio”, dijo la Virreina. Mientras que Jimena contó que en todas las provincias las hicieron sentir como las más importantes. “Todos estaban orgullosos de que participaran las soberanas del Sol. Es que consideran que nuestra fiesta es una de las más importantes. Y no lo digo de compromiso, sino porque lo viví. La Fiesta del Sol es la inspiración de muchas otras que se hacen muy a pulmón”, dijo la rubia, que deberá dejar la corona el sábado que viene.
Como balance de este año, ambas dijeron que fue uno de los más importantes. Anécdotas, experiencias y aprendizajes se sumaron a la vida personal de cada una de ellas. “Si tuviera que mencionar algunas cosas que más me gustaron de este último año, una es que me recibí (de Traductora Técnica Científica Literaria de Inglés) y otra, que la gente de la provincia y sobre todo de Jáchal me hizo sentir el cariño”, dijo la Reina.
Entre risas cómplices, dijeron que son buenas amigas y que eso es gracias a la Fiesta del Sol. Si bien cuando fueron candidatas no eran de lo más cercanas, después afianzaron la relación. Jimena dijo que Marcela es “cansadora. Siempre está feliz, es conversadora y por más que estemos cansadas siempre está con pilas. Aunque hay veces que se duerme hasta sentada. Hubo una fiesta que le tenía que pagar con el codo cada vez que se acercaba la cámara, porque se dormía”.
Con respecto a la Reina, Marcela dijo que es “mañosa, o mejor dicho cariñosa. Siempre está buscando que le haga cariño en los brazos, que le rasque la mano o la abrace”. Y contó como anécdota que en la Fiesta de la Vendimia, Jimena pasaba la mano por debajo de la capa, para que no se viera, y Marcela la tomaba. “Hubo veces que nos retaban y nos decían que no nos olvidemos que somos reinas y eso se podía ver mal”, dijo la morocha, que aseguró que gracias a que fue Virreina aprendió a reírse. “Antes se reía pero levantaba el seño y parecía que estaba triste. Ahora se ve bien feliz cuando ríe”, dijo Jimena en relación a su compañera.
Si bien al principio de la entrevista aseguraron que no estaban tan tristes, cuando empezaron a recordar sus anécdotas y todo lo que lograron, comenzaron a sentir nostalgia. “Me parece que nos vamos a fugar con la corona”, dijo Jimena, mientras que Marcela cerró su charla agradeciendo a toda la gente que las hizo sentir como verdaderas reinas durante el año que pasó.
