El Tribunal Electoral de Brasilia destituyó ayer al gobernador de la capital, José Roberto Arruda, quien está detenido por su supuesta implicación en una trama de corrupción, informaron fuentes oficiales.

La corte ordenó a Arruda entregar el cargo por haberse dado de baja del partido Demócratas y ya que, según la Constitución brasileña, los puestos de gobernador pertenecen a las formaciones políticas.

Arruda abandonó Demócratas el pasado diciembre presionado por el escándalo que se había desencadenado con la divulgación de unos videos grabados con cámara oculta en los que aparecían él y otros diputados regionales repartiéndose gruesos fajos de dinero.

La policía considera que el ahora ex gobernador lideraba una trama de corruptos que se repartían a manos llenas el dinero supuestamente procedente de sobornos de empresarios que se beneficiaban de contratos con el Gobierno de Brasilia.

El pasado 11 de febrero, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) ordenó la detención preventiva de Arruda y la de cinco subalternos suyos, acusados de intentar sobornar a un periodista, testigo del caso.

Desde su arresto, el político ha permanecido en una celda de la sede de la Policía Federal en Brasilia para evitar nuevos intentos de obstrucción a la Justicia.

A pesar de su detención, se negó a renunciar y se limitó a pedir licencia del cargo, por lo que fue sustituido en forma interina por el vicegobernador, Paulo Octavio Alves.

Alves renunció y fue sustituido por el entonces presidente del Legislativo regional, Wilson Lima, quien deberá ser investido como gobernador de forma definitiva.