El escritor italiano Antonio Tabucchi, uno de los más traducidos y reconocidos de su país, falleció ayer a los 68 años como consecuencia de un cáncer en Lisboa, su segunda patria. Conocido mundialmente por Sostiene Pereira, novela publicada en 1994 que al año siguiente llevó al cine Roberto Faenza, con Marcello Mastroianni como protagonista y trata la historia de un periodista que edita las páginas culturales de un pequeño periódico en la Lisboa de 1938, en pleno régimen salazarista.
Su muerte ocurrió en el hospital Cruz Vermelha, señaló su esposa, María José Lancastre, quien anunció que será enterrado el jueves para que sus amigos franceses, italianos y españoles puedan despedirlo.
Nacido en Pisa el 23 de septiembre de 1943, durante la guerra mundial, Tabucchi comenzó su actividad recién en 1975, con la publicación de la novela Plaza de Italia. Luego llegaron varias colecciones de cuentos, pero el éxito lo alcanzó con Réquiem: una alucinación (1992), que redactó en portugués, el idioma con el que solía soñar, como afirmó alguna vez, este amante de la obra del portugués Fernando Pessoa, su traductor más brillante.
Para los críticos, su gran virtud era su capacidad de mostrar el misterio y lo fantástico. Traducido a más de 40 lenguas, así como Sostiene Pereira varios títulos suyos fueron adaptados al cine y fue el orgullo de una Italia de la que él no estaba orgulloso, en gran parte "por culpa" del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Profesor de literatura portuguesa en la Universidad de Siena y catedrático en la Bard College de Nueva York y el College de France en París, entre otras instituciones, Tabucchi consideraba necesario que los intelectuales se manifiesten sobre los conflictos históricos, "sobre todo cuando parece que no pueden hacer nada", porque "quedarse en silencio sería darle la palabra a los cañones". La prensa mundial se hizo eco de su muerte y su nombre apareció en los tweets de cientos de sus colegas, hasta el presidente italiano, Giorgio Napolitano, expresó su "conmovido pesar". (Télam)
