Su vida estuvo ligada a DIARIO DE CUYO siempre. Si hasta la muerte lo sorprendió días después de que visitara la redacción, tras meses de estar enfermo. Ésta era su segunda casa. Leopoldo Humberto Urisa, fotógrafo profesional y un integrante más de esta redacción se fue de este mundo. Vivió con intensidad y murió tras sufrir problemas de salud por casi un año. Soportó un cáncer en el páncreas que le pasó factura de manera sorpresiva, en septiembre del año pasado. Pero ayer su corazón dijo basta.
Si hasta es extraño entrar a la redacción y no encontrarse con alguna ocurrencia del "Pelado". Del "Polo", como todos lo llamaban acá y como la gente lo reconocía cuando llegaba con su cámara fotográfica a cuestas para cualquier tipo de nota periodista.
Casado, papá de cuatro hijos (tres mujeres y un varón), "El Polo" era un vecino de siempre en Chimbas. Del Barrio Mercedario, donde vivía con su familia. De donde él siempre fue orgulloso. Lo mismo de cuando hablaba de su Boca y de su San Martín. "Bostero" de alma, solía enojarse con las cargadas contrarias, pero siempre con una dosis de humor. Sobre el Verdinegro, en cambio, lo vivía como pocos. Es más, una de sus grandes debilidades, especialmente en los últimos años, era cubrir los partidos que San Martín jugaba en Concepción. En realidad al "Polo" le gustaban mucho las notas deportivas, aunque, en su vida profesional, hizo de todo. Y jamás puso un pero o mala cara a nada.
"Polo" (nacido en San Juan, el 22 de junio de 1955) entró a DIARIO DE CUYO el 1 de junio de 1977. Tenía 22 años por aquel entonces. Y comenzó su trayectoria junto a su hermano Antonio (también fallecido). Se desempeñó inclusive en el desaparecido Diario Tribuna de la Tarde, el vespertino que dejó de aparecer en la década del ’80.
Integrado en el staff de fotógrafos en DIARIO DE CUYO, tras la jubilación de su compañero Rodolfo Barrios, fue designado editor jefe de la Sección Fotografía, lugar en el que se desempeñó hasta su muerte.
Durante su trayectoria (37 años de antigüedad en el medio) le tocó cubrir notas históricas. Como aquella vez en la que viajó a las Islas Malvinas, en el año 1998, cuando un grupo de periodistas argentinos fueron los primeros argentinos autorizados a pisar ese suelo, luego de la guerra con Inglaterra por la soberanía de las islas, ocurrida en 1982.
O cuando integró una de las expediciones en el Cruce Sanmantiniano a través de la Cordillera de los Andes, que conmemora aquella gesta del Gral. San Martín para liberar al vecino país de Chile.
También cubriendo epopeyas del deporte sanjuanino, como la que logró la Selección argentina de hockey sobre patines, al ganar el título en el Campeonato Mundial disputado en Recife, Brasil, en el año 1995. Aquellas imborrables imágenes quedaron eternizadas por la capacidad de su ojo en el lente.
Amable, educado, ocurrente, al "Pelado" nunca le faltaba alguna broma. Por eso, el día a día de esta redacción, ahora, es distinto. El lugar tiene un vacío. El destino nos dejó sin "El Polo". Sus compañeros de siempre, los fotógrafos, lo lloran. Todos acá, en la redacción, lo extrañamos demasiado. La gente común seguro que también.
Todo es difícil. Hasta escribir estas líneas. El recuerdo, ese que nunca se borra, lo seguirá teniendo presente. La vida, la que inexorablemente en algún momento se termina, ya no lo tiene al Pelado en cuerpo presente. Pero el corazón de todos quienes aún vivimos sí. Queda entonces tenerlo siempre ahí. Casi como las mismas fotos que él sacaba. El tiempo pasa pero las imágenes, el recuerdo y el corazón se juntan para rendirle homenaje a un hombre que vivió con intensidad: Nuestro querido "Polo" Urisa. Adiós, compañero de andanzas.
