El alcoholismo no es una simple enfermedad, es un factor social que afecta a todas la sociedades. El consumo de alcohol en los adolescentes, que más allá, de ser una diversión para ellos, es un tema preocupante. Cada vez mayor cantidad de adolescentes terminan borrachos cuando salen a bailar o lo suelen hacer en la previa. El consumo comienza ahora en edades más tempranas 14 a 15 años. Alguna de las causas puede atribuirse a que a esa edad, los jóvenes dan inicio a sus salidas nocturnas, comienzan con la búsqueda de los ídolos donde la televisión, la moda, los amigos, son los que llevan a estos consumos tempranos del alcohol. La juventud, es una etapa muy importante de la vida donde ellos se van descubriendo en forma espontánea y rápida. Algunos lo hacen sin grandes tropiezos y otros en cambio, no tendrán tan feliz destino. Ellos se verán acorralados por circunstancias poco favorables y a veces muy tristes. Actualmente en el mundo que nos toca vivir, está demostrado que el alcoholismo ya se ha instalado con vigor en la juventud, hecho que antes estaba reservado a gente de mayor edad. También dejó de ser el alcohol propio del sexo masculino, hoy son muchas las mujeres que beben en cantidades como los porcentajes del 53% y los varones 47%. También es cierto, que la información y educación en el tema de la prevención y el conocimiento del riesgo, disminuiría significativamente el uso de drogas entre adolescentes. Los directivos y docentes de escuelas están ávidos de información y de poder abordar estos contenidos en la escuela, los barrios, en todas las clases sociales. Es un tema alarmante que se presenta en cualquier lugar, como el caso sucedido en Avellaneda Buenos Aires, en una escuela técnica, donde un adolescente de 16 años, fue embriagada y abusada por un compañero de estudio en el interior de la escuela. Es decir, ya traspasa los umbrales de la calle a la escuela. Los adolescentes son más susceptibles al consumo ya que esperan encontrar un "egocentrismo” adolescente, pensando que al consumir, va a ser admirado y respetado por sus demás compañeros. Hoy, ellos piensan que no pueden pasar un rato agradable si no están bebiendo alcohol y otras sustancias.
El Ministerio de Salud de la Nación dio a conocer un relevamiento en el que expresa que entre el 2001 y 2011 el abuso de alcohol en los estudiantes fue de 113% mientras que las consultas por emergencias en jóvenes derivados del consumo de drogas subió el 40% entre 2009 y 2012. El informe también destaca que la sustancia más consumida es la marihuana incrementándose en 2012 y significativamente las prevalencias del consumo de solvente e inhalables. Hoy nuevos juegos se suman al consumo del alcohol como "asfixiarse en el aula” nacen desde ámbitos educativos, hecho que pueden provocar la muerte. Hay vacíos propios de la edad que los adultos debemos llenar e involucrarnos.
La escuela no está preparada para enfrentar los adolescentes de hoy. El alcohol está haciendo estragos con nuestros hijos. Así vemos que el mayor consumo se advierte en la previa, en los viajes de egresados, en horas diurnas, previas y posteriores a la escuela. La gravedad de estos efectos ¿la perciben los padres? Ellos se muestran cada vez más permisivos. La presión social y las modas, influyen de manera que temen imponer normas que hagan a sus hijos diferentes o que ellos aparezcan como personas autoritarias. Es "el miedo a los hijos” el temor a poner límites. Pero debe tenerse en cuenta, que incluso, cuando se mantiene un estilo educativo basado en el diálogo y apoyo en los hijos, es imprescindibles que los padres asuman la autoridad que tienen sobre ellos, aunque esta se entienda más, desde el acompañamiento, que desde la imposición. La familia como primera educadora, debe encontrarse con la escuela para formar y educar juntos.
(*) Especialista en educación, escritora y productora del programa "Botica Educativa” Radio Sarmiento.
