Buenos Aires, 19 de julio.- La ISAF, en un comunicado, confirmó la muerte de 16 civiles y "otros cinco afectados cuyo estado no puede ser confirmado aún" tras el accidente.



La nave -que había sido contratada por la OTAN para el transporte de civiles- se estrelló en una base militar, la Base Aérea de Kandahar y su caída "no fue producto de un ataque insurgente", aseguró el capitán Hoornveld, portavoz de la Base Aérea de Kandahar.



La agencia de noticias rusa Interfax, citada por Europa Press, informó de que el aparato era un helicóptero de transporte MI-8 propiedad de una empresa rusa.



Se trata del segundo incidente relacionado con un helicóptero ruso en el sur de Afganistán en menos de una semana tras ser abatido el pasado martes en la provincia de Helmand un helicóptero de transporte Mi-26 de la era soviética, ataque en el que seis ucranianos murieron.



En tanto, cerca de 35 rebeldes talibán y un soldado de la OTAN murieron por varios enfrentamientos en el sur del país, según informaciones oficiales.



Por otra parte, un "kamikaze" (atacante suicida) mató hoy a dos policías y un civil en el este de Afganistán, señaló el Ministerio del Interior en un comunicado.



El rebelde portaba explosivos adheridos a su cuerpo, y los hizo detonar cerca a un grupo de policías en Torkham, una localidad de la provincia de Nangarhar cercana a la frontera con Pakistán.