Tucumán.- Facundo Maggio, abogado del arzobispado, aseguró que el sacerdote Juan Viroche, quien fue hallado ahorcado el miércoles en la iglesia que dirigía en La Florida, había pedido el traslado y el pasado viernes fue notificado sobre la aprobación del pedido.
Según informó, el mismo sacerdote había requerido ser asignado a otro sitio debido a que ‘sentía ciertas presiones por un trabajo que realizaba con la comunidad’.
Por su parte, el fiscal general de Tucumán, Gustavo Gómez, ratificó hoy que no cree que la muerte del sacerdote que denunciaba el avance del narcotráfico en esa provincia haya sido un suicidio y expresó que no le parece ‘un disparate’ que se haya hecho mal la autopsia de forma intencional. En consecuencia, el funcionario judicial advirtió que ‘definitivamente no corresponde’ cerrar el caso como suicidio.
‘Yo no creo que esto haya sido un suicidio. No coincido con esa hipótesis porque quienes hemos conocido el trabajo del padre, quien conoce el lugar donde el padre trabaja, quien habla con los vecinos con los que el padre ha trabajado se da cuenta que acá no hubo ningún suicidio’, sentenció el fiscal.
Por otra parte, sostuvo que descree de las versiones que indican que el cura tenía una relación con una mujer a la que dejó embarazada, situación por la que se sentía presionado, al considerar ‘siempre se trata de ensuciar a la víctima’.
En declaraciones a radio La Red, Gómez también afirmó que el sacerdote ‘este domingo entregaba su parroquia porque le había pedido al Obispo (de Tucumán) que lo trasladen porque tenía miedo que lo maten’. El fiscal general también aseguró que sabía de las amenazas que padecía el religioso y hasta sostuvo que un colega del párraco le había pedido que lo recibiera en la Fiscalía, reunión que no llegó a concretarse.
‘Yo estuve trabajando y conversando con los sacerdotes que estaban en el equipo en el que él estaba y que se dedican a la contención de los chicos con adicciones. Dan misas en la calle junto a las madres de chicos que se suicidan por el consumo de paco. Son sacerdotes jóvenes, muy trabajadores, siempre están en parroquias pobres, defendiendo la vida’, describió.
