Un periodista ruso recibió ayer una severa golpiza cerca de Moscú, dos días después de que atacantes intentaran asesinar a un conocido reportero que trabajaba para el prestigioso diario Kommersant.
Anatoly Adamchuk, que escribe para un diario regional, fue agredido por dos hombres fuera de la redacción, ubicada al sudeste de la capital. Sus colegas dijeron que el ataque podría estar ligado con reportes que publicó sobre los supuestos planes de talar un bosque cercano para construir una controvertida autopista.
El sábado, Oleg Kashin, corresponsal político fue severamente golpeado y quedó en coma con fracturas en las piernas, dedos y mandíbula y daños en el cráneo.
Grupos que defienden los derechos humanos se quejan de que el Kremlin no ha hecho lo suficiente por combatir la violencia contra los periodistas. "Adamchuk fue golpeado, a apenas 10 metros de nuestra oficina editorial", dijo a Reuters Anastasia Grigoriyeva, una compañera de trabajo de Adamchuk, que sufrió una concusión y otras heridas menores.
Diecinueve asesinatos de periodistas han quedado impunes en Rusia desde el 2000, de acuerdo al Comité para Proteger Periodistas, basado en Nueva York, que califica a Rusia en el puesto octavo entre los Estados donde los reporteros son asesinados de forma regular y los crímenes no se resuelven.
