La población mundial actual se estima en un poco más de 7.000 millones de habitantes. Para el 2050 seremos unos 10.000 millones de habitantes sobre el planeta. Hay una enorme ‘discrepancia en el consumo’ entre países industrializados y países en desarrollo. Los países más ricos del mundo, que cuentan con un 20% de la población mundial, son los que representan un 86% del total del consumo privado, mientras que a los que tienen el 20% más pobre de la población sólo corresponde el 1,3%.

Se sabe que en el año 2000, unos 500 millones de habitantes vivían en 31 países sometidos a escasez de agua y se prevé hacia 2025, esta cifra se elevará 3.000 millones, viviendo en 48 países en esas condiciones. Pero, hacia el 2050, este número crecerá 4.200 millones de personas y más del 45% del total mundial, viviendo en países que no podrán proporcionar la cuota diaria de 50 litros de agua por persona para satisfacer las necesidades básicas.

Esta introducción vale por el hecho de que frente a esta situación, será la asistencia de Dios al ingenio del hombre uno de los principales recursos de la supervivencia a estas nuevas condiciones de vida.

Y es que el pasado viernes 28 de junio se dictó el Módulo III de la Cátedra Libre del Agua, titulado ‘Usos no agrícolas del agua’, desarrollado en el INTA Pocito y coorganizado por esta institución junto a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan.

Uso poblacional

La primera exposición fue la de los técnicos de Obras Sanitarias Sociedad del Estado Sergio Estrada, quien brindó algunas estadísticas sobre el consumo y distribución del agua potable como por ejemplo que en la ciudad de San Juan y Gran San Juan se consumen 900 litros de agua potable por persona y por día según los disertantes. Se supo además que esta cifra comprende entre un 35% y 40% de pérdidas en la conducción y que además estaban contabilizados consumos de actividades comerciales, como por ejemplo lavaderos de autos.

En esta cifra sentó Estrada la razón por la cual OSSE estaba instalando medidores de agua en los barrios de alto poder adquisitivo para desalentar el consumo de agua para piscinas y jardines, entre otros.

Un componente interesante fue el referido al Acueducto Gran Tulum que proyecta abastecer solo con agua subterránea, desde la batería de pozos de Zonda y atravesando la Sierra Chica de Zonda mediante un túnel, una población de 1.000.000 de habitantes y para un consumo diario per cápita de agua de 652 litros.

El arquitecto Rolando Caruso por su parte habló sobre saneamiento de aguas, afirmando que no se han registrado casos de contaminación de agua en las tomas de agua subterránea que bombean a la red de agua potable en San Juan-Gran San Juan, lo que nos dejó un poco tranquilos.

Entre algunos temas preocupantes citó hecho de que las mediciones que hacía el Departamento Hidráulica aguas abajo de la Planta de tratamiento cloacal de Bajo Segura, arrojaban altas concentraciones de carga orgánica. Entre otros temas preocupantes explicó que además de recibir los vertidos cloacales domiciliarios, recibe los originados en fábricas, textiles y el matadero municipal entre otros, superando su capacidad de tratamiento.

Muchas fueron las dudas sin contestar en sendas exposiciones, como por ejemplo, ¿cuánto cuesta obtener un litro de agua potable en San Juan?

Claro está entonces la obligación de toda la sociedad de mirar de caras al futuro y poder programar con celeridad las políticas públicas necesarias para abastecer de agua de riego y los distintos usos poblacionales como los especificados en página 5.