Para que los árboles crezcan frondosos en el Cerro Carmelo fueron colocados estratégicamente al costado de una cañada para que cuando llueva puedan absorber toda el agua posible. Además, el técnico del INTA, Marcelo López, llevó humus preparado con bolitas de telgopor que absorben el agua y cuando esta escasea comienzan a hidratar a la planta. A la par el municipio se comprometió para el riego periódico.