La Warner estima que marcará récords de taquilla y no le pifió. Al menos, el avant premiere del jueves en el Cinemacenter de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 1" sostuvo el fenómeno mundial y convocó a cientos de fanáticos sanjuaninos -se calcula que duplicarán presencia durante el fin de semana largo, anticiparon desde del cine-.

A sala llena en sus dos funciones (la subtitulada y en español), la cinta protagonizada por los creciditos y recontra millonarios Daniel Radcliffe (Potter), Emma Watson (Hermione) y Rupert Grint (Ron) resumió una penúltima entrega de saga mucho más oscura y adulta que las anteriores -sobre todo, es la que más se adaptó a la 7ma. y última novela escrita por la británica J.K Rowling, según los espectadores-.

Los cinéfilos-lectores del mago nacido en el Valle de Godric, no disimularon admiración durante el pre-estreno -tampoco furia por el excesivo aire acondicionado y un abrupto corte de proyección en la función subtitulada- y también se entregaron al encanto del tentempié. Mientras aguardaban en la fila, interactuaron con la malvada Bellatrix, Voldemort y el mismísimo Harry Potter -efectiva estrategia de marketing encabezada por los empleados del Cinemacenter- y agitaron los flashes sin pausa (pleitesía para agradecer la omnipresencia Hogwarts).

Una vez adentro de las salas, la fana-postal registró fuertes alaridos femeninos cada vez que Radcliffe aparecía en escena -ni hablar cuando cuando se besó con Watson en la perturbada fantasía de Grint (de convincente erotismo adulto) y vislumbró boxer negro en otra de las escenas-. También fuerte compromiso masculino en las escenas de acción -plagadas de guerras apocalípticas y adrenalina a lo "Misión Imposible"-.

La dirección de David Yates delineó evidentes modificaciones en la clásica y épica estética dark -se incorporaron paisajes naturales, colores más vivos y escenarios cosmopolitas (como la londinense plaza Piccadilly Circus)- y redobló la apuesta en FX’s.

La trama -que muestra a un Harry prófugo, atacado por todos y desesperado por encontrar las preciadas reliquias (la poderosa varita de Saúco, el manto de invisibilidad y la piedra de la resurrección)- fue mucho más cruda que las anteriores. Trató temas como la corrupción, la lealtad y la manipulación y se podría decir que vislumbró más trascendencia para anunciar el final de la heptología.

No faltaron -como corresponde- los chistes oportunos, las muertes varias (de principio a fin y con sentimentalismo hollywoodense) y un soundtrack fatalista -y estremecedor-. ¿Muere Harry Potter en el final? Y… "vayamos por partes", dijo Jack, el destripador.