�El estudio preliminar del INTA concluyó en la buena calidad del agua subterránea -que fue medida en pozos preexistentes en la zona- y también en la del río Bermejo que atraviesa parte del campo, de Norte a Sur. Ahora, el objetivo es averiguar si el volumen del acuífero es óptimo y tiene recarga, para conocer si la disponibilidad de agua de riego alcanzará para la demanda de las hectáreas que resultaron aptas para el desarrollo agropecuario. El Gobierno encargó con esa finalidad otro estudio al INTA en conjunto con Hidráulica, que reportará resultados en el primer trimestre de 2015. ‘’Ya sabemos que los suelos son aptos y sabemos que la calidad de agua es buena, ahora debemos saber qué volumen de agua tiene el acuífero y qué recarga’’, dijo el Ministro de Producción local en alusión al nuevo informe que se realiza sobre Caballo Anca. En paralelo al estudio del agua, el organismo agropecuario continuará tomando muestras del clima a través de la red de sensores meteorológicos que instaló en el campo. El INTA también analizará particularmente el comportamiento de variedades de vid para pasa y mosto en esos suelos, además de elaborar un mapa de aptitud para el cultivo de pistacho. ‘’Queremos tener todos los elementos técnicos de calidad y aptitud del campo para que el proyecto sea rentable’’, dijo Alós.
