Será ahora o nunca. Así de clarito, aunque el perdedor tendrá todavía la chance de jugar la Promoción ante Luján de Cuyo, porque después de un maratónico camino de 18 fechas en las que el margen de error se fue restringiendo al máximo, Atlético Unión podrá marcar una página gloriosa en su historia si es capaz de revertir el 0-1 de la ida en la serie final del Torneo del Interior ante Atlético San Jorge, de Santa Fe. Para Unión, la presión será levantar ese gol en contra al menos para llegar a los penales, mientras que ganando por una diferencia de dos goles logrará el ascenso directo al próximo Argentino B. Difícil, duro. Pero no imposible porque este mismo Unión ya demostró en las dos fases anteriores que en Rawson se hace invencible y puede dar vuelta cualquier historia (ante Aconquija y Güemes). En ese poderío como local y en el terrible momento anímico y futbolístico del equipo, están depositadas las esperanzas de ascenso de un club que parecía dormido y hoy despertó para anotarse en el candelero nacional.
En lo futbolístico, Unión recuperará hoy a Marcelo Laciar en el ataque, después de la fecha de suspensión. Mientras que del lado de las bajas, la ausencia más notoria será la de Maximiliano Farías -expulsado en San Jorge- quien será reemplazado por Wilfredo Brombale. El resto igual, aunque con la duda de Roberto Ovejero en defensa por la fatiga muscular que lo sacó del partido en San Jorge.
Enfrente estará San Jorge y su enorme resto físico para emparejar las diferencias. Los santafesinos giran alrededor del volante central Marcos Comba y su potencial ofensivo pasa por Zímaro y Gastellu, dos puntas que van a todas y que no se paran nunca. El formato del equipo de Marcos Conigliaro no es nada del otro mundo pero lo tiene tan trabajado que se le hace difícil para el que sea.
Unión depende de Unión. La cancha en Santa Fe jugó su partido porque quitó piernas en el conjunto sanjuanino. Hoy, en su estadio, el Azul sabe que la chance de subir pasa por la forma en que resuelva el partido del año en Rawson.
