Pasó la Liga Mundial que dejó como saldo el mejor desempeño en la historia del vóleibol nacional con el cuarto puesto cosechado en Polonia hace un par de semanas, y que tuvo como uno de sus estandartes al sanjuanino Rodrigo Quiroga (el otro fue Federico Pereyra). El receptor-punta de 24 años mañana debe sumarse a la Selección para entrenarse con vistas al Sudamérica (ver aparte), pero antes pasó por la provincia para disfrutar su últimos días de licencia y en pleno trabajo en el gimnasio dialogó con DIARIO DE CUYO sobre lo conseguido, las puertas e ilusiones que se vienen y lo importante que es para él ser el capitán de un joven combinado que le devolvió el prestigio a la celeste y blanca.
-Sos parte fundamental de una Selección que hizo historia. ¿Cuál es tu balance de la Liga Mundial?
-Es 100% efectivo, aunque fue una lástima no haber ganado la medalla. Pero fue la mejor Liga que Argentina ha hecho en la historia y el desafío ahora es mejorar las posiciones año a año y estar metidos siempre en cuartos y semifinales. Sabemos que es durísimo y estamos trabajando para eso porque se viene el Sudamericano que clasifica a la Copa del Mundo. En lo particular estoy muy contento porque se hizo un salto grande, pero es el inicio para un equipo que tiene mucho para crecer y aprender, y lo bueno es que todos sabemos eso. El lado positivo de no haber ganado la medalla es ese y seguir con hambre y querer más para lo que viene, porque nos costó mucho entrar entre los cuatro, pero ahora sabemos que si estamos bien le podemos ganar a cualquiera. El desafío es ese, mantenernos.
-¿Llegaron más lejos de lo que pensaban?
-Si lo vemos antes de empezar la Liga sí, después con el transcurso nos fuimos dando cuenta que si jugábamos bien le ganábamos a cualquiera, y viendo cómo estaban los otros equipos y sobre todo con nuestra confianza dentro de la cancha a mí no me sorprendió nada.
-El recambio de jugadores dio resultado.
-Sí, es un equipo que viene jugando desde hace tiempo y que nos hemos encontrado otra vez en la selección mayor, pero que en las selecciones juveniles hemos jugado mucho tiempo y eso se ve reflejado al momento de entrar a la cancha y jugar.
-¿Y en lo personal, como lo viviste con el plus de ser además el capitán?
-Muy contento y orgulloso de poder ser partícipe en primer lugar de este equipo, y segundo ser capitán y comandante dentro y fuera de la cancha. Es un laburo durísimo y una responsabilidad grande que me encanta. Creo que tener que ser capitán de un grupo joven de mi misma camada me pone muy contento.
-¿No se transforma en una carga?
-No, es una responsabilidad que me exige un poco más. Soy capitán porque Weber vio en mí que siempre fui un deportista que se autoexigió solo sin que nadie le dijera nada. Por ese lado la responsabilidad sé que la tengo, pero no me pesa ni cuesta, y el equipo lo entiende y me acepta.
-¿Tras el enorme desempeño en la Liga, van al Sudamericano con otra mentalidad?
-Tenemos que ganarle primero y principal a Venezuela para poder entrar a la Copa del Mundo, ya que los dos primeros la jugarán. Y el objetivo tiene que ser salir campeón. Todavía no hemos hablado nada porque hemos tenido dos semanas de vacaciones. Ahora tenemos dos meses de preparación que van a ser importantes para ponernos bien físicamente sobretodo y aclarar los objetivos, que yo no tengo ninguna duda que si estamos bien a Brasil se le puede ganar.
