Aunque tradicionalmente el rastreo satelital por GPS se conoce para monitorear camiones o vehículos de empresas, ahora las personas celosas le están dando otro fin. Es que, según las empresas del rubro, empezaron a contratar el servicio para tratar de descubrir infidelidades. Y lejos de lo que los prejuicios indican, no son las mujeres los que lo están solicitando, sino que los pioneros en este uso en San Juan son los hombres. Con esto, los celosos pueden sacarse las dudas y las víctimas de las infidelidades, seguir paso a paso y detalladamente el camino de las amarguras, según los especialistas.
Hay dos empresas locales que comercializan rastreo satelital (hay otra que no tiene sede acá),
y en ambas coincidieron en que les ha causado sorpresa el nuevo uso de la tecnología. “Hay clientes que específicamente dijeron que el GPS que instalan tiene la finalidad de descubrir alguna infidelidad. Hay otros que dan muchas vueltas en conseguir un horario que les permita traer el auto de su pareja para la instalación del kit. En esos casos, aunque no lo dicen explícitamente, dan a entender para qué lo van a usar”, dijo Diego Montes, de Asistel. El empresario dijo que la nueva moda se está dando mayoritariamente entre hombres, que quieren saber qué movimientos tiene el auto familiar o el de sus parejas mientras trabajan en lugares alejados. “Es un dato curioso, pero que puede justificarse quizá por las ausencias tan largas fuera de casa”, añadió.
“El rastreo satelital es una muy buena herramienta de control. Permite saber qué recorrido hizo un auto durante el día, dónde se detuvo, cuánto tiempo estuvo parado. Y todo se puede seguir desde cualquier computadora o celular que tenga el software”, señaló Alejandro Jordán, de Waypoint.
Desde las empresas informaron que los kits de rastreo se esconden en determinados lugares de los vehículos (por ejemplo, debajo de los tableros) y aunque algunos equipos vienen con botones antipánico, para estos casos obviamente piden que no sean visibles. Con el programa que la empresa entrega con la contratación del servicio, inmediatamente puede usarse (ver infografía).
Todo el seguimiento reportado por el GPS puede ser bajado por los clientes, guardado en una memoria o impreso. “En algunos casos y no hablando específicamente de cuestiones de infidelidad, los registros han servido en causas legales y hasta han sido motivos de despidos laborales. Si bien no tenemos información de que ya se haya hecho, no es descabellado pensar que para casos de separaciones complicadas, un registro de rastreo satelital tranquilamente puede presentarse ante la Justicia como prueba de infidelidad”, indicó Jordán.
