El gobierno español de Mariano Rajoy aprobó ayer el presupuesto 2013, que incluye un drástico ajuste de casi 40.000 millones de euros prometido a la Unión Europea (UE) de cara a un posible pedido de rescate soberano.

Basado principalmente en recortes de gastos, este presupuesto sólo contempla aumentos en las partidas de las pensiones, de las becas y de los intereses de la deuda.

Los ministerios del Gobierno de Mariano Rajoy vieron un recorte en sus presupuestos del 8,9 por ciento el próximo año. Sin embargo, el Gobierno dijo que los ingresos tributarios serían mayores este año que lo originalmente presupuestados y crecerían un 3,8 por ciento en el 2013, frente al 2012.

“Son unos presupuestos en tiempos de crisis para salir de la crisis”, aseguró la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras la aprobación de las cuentas del Estado para 2013. Por primera vez desde que comenzó la crisis, hace cuatro años, el Ejecutivo español tendrá que recurrir al fondo de reserva del sistema de Seguridad Social (3.063 millones de euros) para pagar las pensiones, que se incrementarán en un 1 por ciento, según explicó el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

El gasto social representa un 63,6 por ciento del presupuesto, en el que además de las pensiones, sólo crecen las partidas de becas e intereses de la deuda. “Hay más ajuste de gastos (58%) que de ingresos (42%) “ , dijo la “número dos” de Rajoy.

El nuevo presupuesto de España, que atraviesa una fuerte crisis económica, incluye la extensión del congelamiento de los salarios de los empleados públicos, limitaciones a la jubilación anticipada y la eliminación de exenciones tributarias. El esfuerzo de reducción de gasto de 2013 es mayor que el año anterior, cuando el ajuste ascendió a 27.300 millones de euros.