¿Le quiso pegar directo al arco o la intención era mandar un centro? Esa era la pregunta que repetían en el Estadio del Bicentenario, desde hinchas hasta periodistas que se encontraban aguardando la salida de los jugadores. Es que el ‘Gringo‘ Augusto Álvarez clavó la pelota en el ángulo, al ejecutar un tiro libre desde tres cuartos de cancha. Al arco o no, la gente lo gritó igual porque fue el desahogo ya que Desamparados no podía romper con agresividad la defensa de los bonaerenses.
“Siempre que es un tiro libre cerrado la intención es largar un centro, pero que tenga dirección al arco”, aclaró Álvarez.
Es que en ese momento Desamparados no llegaba con claridad y faltaban apenas quince minutos para que se cerrara la historia. El volante hacía cuatro minutos que había ingresado y tras tocar algunas pelotas, le quedó un tiro libre a unos 37 metros del arco defendido por Llinas. Todos se prepararon para esperar el centro llovido, pero tras agarrar a contrapierna al portero, Augusto desencadenó la alegría. Puesta ahí o no, igual fue gol.
