Estuvo en San Juan en el marco de Unasur Cine, donde Infancia Clandestina -la película que protagoniza y donde comparte créditos con Natalia Oreiro- ganó el rubro largometraje. Sería esa la primera gran alegría que, a nivel de reconocimientos, le depara el film que ayer volvió a arrancarle una sonrisa. Es que la historia dirigida por Benjamín Avila fue elegida para representar a la Argentina en los Oscar (habrá que esperar si la Academia la escoge entre sus nominadas a Mejor película extranjera). Y además, al cierre de esta edición, también jugaba un muy buen papel en el Festival de San Sebastián, que culmina hoy, y donde compite en la sección Horizontes latinos.
Desde Buenos Aires, el muchachito de 12 años habló con DIARIO DE CUYO de este desafío que -sin experiencia previa, más que algunas participaciones en el canal estatal Paka Paka- también generó una catarata de elogios por su performance, sólida dentro de una historia fuerte.
– ¿Te imaginás entrando por la alfombra roja?
– No, la verdad que no (risas). No sé que pasará, pero si se emocionó la gente en San Sebastián con una película extranjera, es una buena señal ¿no? Estaría buenísimo, le haría muy bien a la película, a Benjamín, a mí, a todos…
– Se abrirían muchas puertas, con sólo estar nominados…
– Sería increíble, pero lo veo como un futuro lejanísimo, como una posibilidad muy remota.
– Tu actuación es muy elogiada ¿Es cierto que nunca estudiaste ni filmaste antes?
– Sí, no hago actuación.
– ¿Y cómo entraste en Infancia Clandestina?
– Voy a un colegio en Floresta. Un día vino gente de Paka Paka, que trabaja con Benjamín, y realizó un casting para unos separadores del canal y quedé. Luego me llamaron para un par de cosas más de Paka Paka y ahí me conoció Benja y me llamó para el casting de la película, que fue muy largo y complejo…
– Pero lo pasaste ¿Qué dijeron tus padres? – Nada, están de acuerdo. Mi viejo sí quiere que estudie teatro o algo así….
– ¿Y te picó el bichito de la actuación?
– Sí, pero quise estudiar y no pude. Quise entrar en el San Martín, pero es un ambiente raro, la gente muy competitiva. Igual me cayeron bien, pero que sé yo…
– ¿Y con algún actor-docente?
– No, la verdad que por ahora no quiero. Ya intenté un mes en el San Martín, no funcionó, me quedo tranqui… Igual por ahí estudio, no sé.
– Por ahora no pensás en un futuro como actor…
– No sé… si me llaman, bien.
– ¿Ves cine?
– Me encanta el cine, pero no estoy acostumbrado a los ritmos del nacional, es mucho más lento, no sé, es raro… Antes al cine argentino lo veía como un bodrio, pero vas creciendo y por ahí abrís un poco la cabeza…
– ¿Qué cine te gusta?
– Pulp Ficcion, de Tarantino; Brazil, que no sé de quién es, Ciudad de Dios, La naranja mecánica, Trainspotting…
– Tu debut fue con una peli muy distinta, pero fuerte ¿Sabías algo de montoneros, exilio, Perón…?
– Sí, mi familia no está involucrada en agrupaciones como Abuelas de Plaza de Mayo y eso, está más en el sector de izquierda, pero ya no…Yo tenía información previa, igual no tanto como la tuve desde adentro de la película, la vida como retratada en un primer plano, cómo lo vivían y todo eso, no como lo cuenta la historia.
– ¿Y qué es lo que más te gustó de esta experiencia?
– Fue una experiencia nueva pero la pasé muy bien en el rodaje. Eso, creo…
– ¿Y trabajar con Natalia Oreiro, la conocías?
– Sí, bien, es bárbara, todo estuvo bien…
– Ahora también te estás haciendo popular vos… ¿Te reconocen?
– En San Juan me reconocieron, pero porque estaba la movida de la Unasur, pero acá ni da… Qué sé yo… por ahora no pienso en eso.
