Un terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala de Richter, con epicentro en la ciudad de Saravan, sacudió ayer la zona fronteriza entre Pakistán, donde causó más de 30 muertes, e Irán, cuyas autoridades aclararon que no hubo víctimas fatales, como informaron antes fuentes locales, pues fue en un área deshabitada.