Gente que pasaba y se detenía unos segundos a preguntar qué pasaba. Otros, curiosos, conjeturaban en la vereda de enfrente de la entidad crediticia mientras observaban cada paso que daban cerca de 8 policías en el interior. Patrulleros que llegaban y se iban. Ese revuelo fue el que se observó ayer alrededor de las 19.30 en la céntrica sucursal del Banco Patagonia, ubicada en calle Gral. Acha, metros al Sur de Laprida, pleno microcentro. Y todo tras la activación de la alarma por una puerta interna que quedó abierta tras el descuido del tesorero, dijeron fuentes policiales.
Según la policía, en principio se pensó en un robo y rápidamente desde el centro de operaciones mandaron efectivos de diferentes reparticiones al lugar, que restringieron de inmediato el ingreso al público.
Minutos después, llegó el gerente y con los policías -uniformados y de civil-, revisaron cada rincón para establecer qué o quién pudo activar la alarma, dijeron las fuentes.
Al cabo de un rato, establecieron que todo el revuelo había sido originado por el descuido del tesorero, que fue el último en irse del lugar sin cerrar con llave la puerta de blindex que da a las cajas y las oficinas administrativas, informaron fuentes policiales.
